Subintendente de Policía enfrenta cargos tras brutal agresión a su hija en Ocaña

La comunidad de Ocaña, Norte de Santander, se encuentra consternada ante la noticia de que un subintendente de la Policía ha sido identificado como el presunto autor de una brutal agresión contra su hija de tan solo cinco meses de edad. Wilkin Roney Durán García, adscrito a la Policía de Norte de Santander, está siendo investigado por la Fiscalía tras ser acusado de intento de homicidio agravado, según reporta El Tiempo. La situación ha generado una ola de indignación y ha puesto de relieve la importancia de proteger a los menores de edad.

Detalles del incidente y la captura del sospechoso

Según informes preliminares, el incidente tuvo lugar el pasado 13 de marzo en la residencia del subintendente Durán García. La abuela de la menor, al encontrar a la niña cubierta de sangre en el suelo, alertó de inmediato a las autoridades. «La escena fue impactante, según los familiares presentes», señala Pulzo. El subintendente fue encontrado en el lugar, en estado de shock, mientras que la bebé fue trasladada de urgencia a un centro asistencial.

Durán García fue capturado mientras recibía atención médica, y ahora se enfrenta a cargos graves. Las autoridades han asegurado que se llevará a cabo una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos y determinar la responsabilidad del subintendente.

Estado de salud de la menor y atención médica recibida

La bebé sufrió graves lesiones como consecuencia de la agresión, incluyendo trauma craneoencefálico, hemorragia cerebral y múltiples fracturas en el cráneo. Inicialmente, fue atendida en el hospital Emiro Quintero Cañizares en Ocaña, pero debido a la gravedad de sus heridas, fue trasladada a la clínica Materno Infantil San Luis en Bucaramanga. «La condición de la niña era crítica al principio», informa Noticias Caracol.

Afortunadamente, el último parte médico indica que la menor está mostrando signos de mejoría y está respondiendo al tratamiento. Aunque su estado de salud sigue siendo complejo y está siendo evaluada por el área de neurocirugía, ya no requiere intubación. Este progreso ha generado un rayo de esperanza para la familia y la comunidad.

Reacciones y seguimiento de la investigación

La Policía ha confirmado que la Fiscalía y la Comisaría de Familia están a cargo de la investigación. Se espera que se recojan testimonios de los familiares presentes en el momento del incidente y se realicen todas las pruebas necesarias para esclarecer lo sucedido.

Este caso ha generado un debate sobre la violencia intrafamiliar y la necesidad de fortalecer los mecanismos de protección para los menores de edad. Organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación y han exigido una investigación transparente y exhaustiva.

Contexto sobre la violencia intrafamiliar en Colombia

La violencia intrafamiliar es un problema grave en Colombia, con cifras alarmantes de casos reportados cada año. Según datos del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), miles de niños y adolescentes son víctimas de maltrato físico, psicológico y sexual en el país.

Este tipo de incidentes pone de manifiesto la importancia de la denuncia y la necesidad de que las autoridades actúen de manera rápida y eficaz para proteger a las víctimas y garantizar que los agresores sean llevados ante la justicia. Es crucial que la sociedad en su conjunto se involucre en la prevención de la violencia intrafamiliar y en la promoción de una cultura de respeto y protección de los derechos de los niños y adolescentes.

¿Qué se está haciendo para combatir la violencia intrafamiliar?

  • Campañas de concientización y sensibilización.
  • Fortalecimiento de las líneas de atención y denuncia.
  • Capacitación a funcionarios públicos y profesionales de la salud.
  • Implementación de programas de prevención y atención a víctimas.

Según datos de la Redacción Nación (2024), «Este caso resalta la necesidad de fortalecer los mecanismos de protección a la infancia en Colombia». Este tipo de eventos desafortunados impulsan a las autoridades a reforzar las políticas públicas y los programas de atención para prevenir futuros actos de violencia contra los menores.