Los voceros de varios colectivos y grupos indígenas mantienen una protesta frente a la sede administrativa del Ministerio del Interior, en Bogotá, para exigir medidas contundentes contra las estructuras paramilitares que operan en las regiones y han causado una crisis humanitaria.

Diálogos y exigencias

Los manifestantes buscan entablar diálogos permanentes con el Gobierno Nacional para asegurar medidas concretas contra estas organizaciones ilegales. Entre sus demandas están:

  1. Suspensión inmediata del reconocimiento político de estructuras paramilitares.
  2. Destitución de altos y medios mandos de la fuerza pública acusados de asociación con paramilitares.
  3. Desclasificación de archivos de inteligencia sobre funcionarios y empresarios vinculados al paramilitarismo.

Según Leidy Gil, una de las líderes indígenas, el paramilitarismo es una política de la oligarquía, agenciada por el Estado colombiano, y exigen el reconocimiento público de una estrategia paramilitar nacional orientada a desarrollar un proceso genocida contra el movimiento popular.

Bloqueos y afectaciones

Los plantones y bloqueos frente al ministerio han impedido el ingreso habitual de los funcionarios, mientras que otros han egresado de las instalaciones sin mayores alteraciones al orden público.

Situación de las comunidades

Las comunidades indígenas y campesinas aseguran que permanecerán frente al edificio hasta que se conforme una mesa permanente para hacer frente a la crisis humanitaria causada por el paramilitarismo. Denuncian que estas organizaciones han generado desplazamiento forzado, asesinatos, amenazas y reclutamiento de menores.

El Gobierno Nacional, a través del Ministerio del Interior, se ha declarado dispuesto a dialogar y buscar soluciones concertadas con las comunidades afectadas.