Sismos en Colombia: Prepárate y actúa ante ellos

Colombia es un país sísmicamente activo debido a la interacción de las placas tectónicas Nazca, Sudamérica y Caribe. Esto provoca que se originen sismos en la mayor parte del territorio, con un promedio de 2.500 sismos al mes, aunque la mayoría son imperceptibles.

Zonas de mayor actividad sísmica

Las zonas más activas sísmicamente son las costas del Pacífico y del Caribe, así como alrededor de nuestras cordilleras. Sin embargo, un sismo puede ocurrir en cualquier momento, por lo que es importante estar preparados.

¿Cómo sentir un sismo?

Sentir un sismo depende de su magnitud, profundidad y distancia del epicentro. Si lo sientes, es crucial reportarlo para estimar los efectos y ayudar a los organismos de atención de emergencias.

¿Qué hacer ante un sismo?

Ante un sismo, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres -UNGRD- recomienda:

  1. Mantener la calma y conservar la claridad mental.
  2. Protegerse debajo de un escritorio o mesa resistente.
  3. Alejarse de ventanas, espejos y objetos que puedan caer.
  4. Si se está en el exterior, buscar un lugar abierto alejado de edificios y árboles.
  5. Después del sismo, revisar si hay heridos o daños y reportarlos a las autoridades.

Importancia del monitoreo sísmico

El Servicio Geológico Colombiano (SGC) monitorea constantemente la actividad sísmica y reporta los sismos a través de sus redes sociales. Es importante llenar el formulario de Sismo Sentido para ayudar a estimar daños y determinar la intensidad del movimiento telúrico.

Medidas de prevención

Además de estar preparados ante un sismo, es esencial tomar medidas de prevención, como:

  • Construir y reforzar estructuras sismorresistentes.
  • Identificar y asegurar elementos peligrosos en el hogar y el lugar de trabajo.
  • Elaborar un plan de emergencia familiar que incluya puntos de encuentro y rutas de evacuación.
  • Participar en simulacros y capacitaciones sobre sismos.

Recordar que la preparación y el conocimiento ante los sismos son cruciales para minimizar riesgos y proteger vidas.