¡Basta de noticias falsas!: Una psicóloga del ICBF es víctima de calumnias en redes sociales
En un alarmante caso de difamación en línea, una psicóloga del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) ha sido blanco de acusaciones falsas y amenazas en las redes sociales.
El origen de las 'fake news'
La psicóloga, Lucely Solera, se vio sorprendida el 18 de octubre cuando una foto suya comenzó a circular viralmente en Facebook, acusándola falsamente de ser una ladrona de niños que operaba en el suroriente de Barranquilla.
El mensaje difamatorio, que Solera solo se atrevió a leer una vez, afirmaba que ella se hacía pasar por funcionaria del ICBF y pedía información sobre los niños, y que ya había un caso de un niño desaparecido en el barrio La Luz. La información falsa se propagó rápidamente entre los barrios La Luz y Rebolo, donde Solera suele trabajar con familias y comunidades.
El impacto devastador
Las falsas acusaciones han tenido un impacto devastador en la vida de Solera. Ha recibido una avalancha de mensajes amenazantes en su teléfono y redes sociales, incluso acusándola de pertenecer a una secta satánica.
El temor de represalias la ha obligado a suspender su trabajo de campo y ha tenido que solicitar una reubicación. El daño emocional y profesional que ha sufrido es incalculable.
El ICBF sale en su defensa
Ante la indignación pública, el ICBF emitió un comunicado aclarando que Solera es una funcionaria legítima y que no está involucrada en ningún caso de secuestro o desaparición.
La institución ha brindado apoyo a Solera y le ha dado tiempo libre mientras se calma la situación. Sin embargo, las amenazas y el temor continúan persiguiéndola.
El llamado de la psicóloga
Lucely Solera ha hecho un llamado a través de las redes sociales para que se haga caso omiso a las falsas acusaciones. Ha reiterado que no es una ladrona de niños y que su trabajo está dedicado a ayudar a los demás.
Este caso pone de relieve el grave daño que pueden causar las noticias falsas y la importancia de verificar la información antes de compartirla. El ciberacoso y la difamación en línea pueden tener consecuencias devastadoras para las víctimas.