Ratas invaden vitrinas de venta de fritos en el centro de Barranquilla

Un video que circula en redes sociales muestra el momento en que un grupo de ratas deambula por las vitrinas de una venta de fritos ubicada en la calle 36 con 43 del centro de Barranquilla. Las imágenes han generado indignación entre los usuarios, quienes denuncian las condiciones insalubres en las que se preparan y venden alimentos en esta zona de la ciudad.

Inspección sanitaria

Tras la difusión del video, las autoridades sanitarias de Barranquilla realizaron una inspección en el establecimiento y encontraron varias irregularidades, entre ellas la presencia de excrementos de roedores y falta de higiene en la manipulación de los alimentos. El local fue cerrado temporalmente y se ordenó su desinfección y fumigación.

Problema recurrente

La presencia de roedores en los establecimientos de comidas callejeras es un problema recurrente en Barranquilla. Según un estudio realizado por la Universidad del Norte, el 60% de los negocios de este tipo presentan condiciones insalubres que favorecen la proliferación de ratas y otros animales.

Riesgos para la salud

Las ratas son portadoras de enfermedades como la leptospirosis, la salmonelosis y la peste bubónica. Además, sus excrementos pueden contaminar los alimentos y el agua, lo que puede provocar infecciones gastrointestinales en las personas que los consumen.

Medidas necesarias

Para evitar la propagación de enfermedades transmitidas por roedores, es necesario que las autoridades sanitarias realicen inspecciones regulares a los establecimientos de comidas callejeras y apliquen las sanciones correspondientes a quienes incumplan las normas de higiene. Además, los ciudadanos deben denunciar cualquier irregularidad que observen en estos negocios para proteger su salud y la de sus familias.

Las ratas son un problema de salud pública que debemos abordar con urgencia. Las autoridades sanitarias deben intensificar las inspecciones y los ciudadanos deben denunciar cualquier irregularidad que observen en los establecimientos de comidas callejeras.

Fuente: El Tiempo