Opiniones divididas ante los $7.200 millones para los 499 años de Santa Marta

La ciudad de Santa Marta se prepara para celebrar sus 499 años de fundación, y el gobierno local ha destinado $7.200 millones de pesos para la celebración. La cifra ha generado polémica, ya que algunos miembros del Concejo Distrital y ciudadanos consideran que es un gasto excesivo, mientras que otros defienden la inversión.

Críticas al gasto excesivo

Los críticos del gasto argumentan que Santa Marta es una ciudad con muchas necesidades insatisfechas, como problemas de agua potable, infraestructura deficiente y desempleo. Consideran que el dinero destinado a las fiestas podría utilizarse mejor para abordar estos problemas.

"Somos la tercera ciudad más pobre y nos vamos a gastar $7.200 millones en tres o cuatro días de fiesta. ¿Qué le vamos a ofrecer a los turistas? Vamos a mostrarles el agua de mierda en la carrera primera", expresó el concejal Miguel Martínez.

Defensa de la inversión

Por su parte, los defensores de la inversión sostienen que las fiestas son una oportunidad para promover el turismo y generar ingresos para la ciudad. Argumentan que el dinero gastado en las festividades se recuperará con creces a través del aumento de visitantes y la actividad económica.

"Estas fiestas son una tradición que atrae a miles de turistas cada año. El dinero que se invierte en ellas se recupera con creces a través del turismo y la actividad económica que generan", afirmó el alcalde Carlos Pinedo Cuello.

Además, los defensores de la inversión señalan que el presupuesto para las fiestas se ha reducido en comparación con años anteriores, y que los fondos provienen exclusivamente de recursos propios del distrito.

Las Fiestas del Mar de Santa Marta se celebrarán del 28 de julio al 6 de agosto e incluirán conciertos, desfiles, fuegos artificiales y otras actividades. Se espera que atraigan a miles de visitantes a la ciudad.

La polémica sobre el gasto en las fiestas refleja un debate más amplio sobre las prioridades de inversión en Santa Marta. Mientras algunos creen que la ciudad debería centrarse en resolver sus problemas más urgentes, otros argumentan que las fiestas son una inversión esencial para el desarrollo económico y cultural de la ciudad.