Petro cancela su participación en evento de la Unión Patriótica y el público protesta

En un evento que prometía ser histórico, el presidente Gustavo Petro canceló su participación a pocos minutos de su inicio. La noticia generó descontento entre los asistentes, quienes manifestaron su inconformidad con la frase "Si Petro no viene, nos vamos".

Una marcha y plantón con un propósito simbólico

Este viernes 11 de octubre, miles de personas se dieron cita en la icónica Plaza de Bolívar de Bogotá para participar en una marcha y plantón. El evento, organizado por el Pacto Histórico, sindicatos y organizaciones sociales, tenía como objetivo conmemorar y pedir perdón a las víctimas de las "atrocidades" cometidas contra los integrantes de la Unión Patriótica.

La ausencia de Petro y el malestar de los asistentes

Sin embargo, la ausencia de Petro empañó el evento. El presidente adujo un "fuerte cuadro gripal y respiratorio" que requería de su total "reposo". Los asistentes, inconformes con la decisión, expresaron su malestar y anunciaron que se retirarían si Petro no se presentaba.

La suspensión del evento y el descontento

Ante la protesta de los asistentes, la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, anunció la suspensión del evento hasta que se pudiera llevar a cabo con la presencia del presidente. El anuncio generó aún más descontento entre los asistentes, quienes consideraron que la cancelación era una falta de respeto a las víctimas y a la memoria de la Unión Patriótica.

Un evento costoso y la indignación

El diario El Tiempo reveló que el evento tuvo un costo para la Nación de 3.700 millones de pesos, contratados por la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado con una sociedad con sede en Medellín. Esta información generó indignación entre los asistentes, quienes cuestionaron el uso de fondos públicos para un evento que finalmente fue cancelado.

La cancelación de la participación de Petro y la suspensión del evento han generado un profundo malestar entre los asistentes, quienes consideran que se ha perdido una oportunidad histórica para pedir perdón y honrar la memoria de las víctimas de la violencia política.