En el marco del Día de la Defensa del Manglar, celebrado el 26 de julio, se llevó a cabo una jornada de siembra de 10.000 plántulas de mangle en la ciénaga de Mallorquín de Barranquilla. Esta iniciativa, que contó con el apoyo de la Corporación Autónoma Regional del Atlántico (C.R.A.), la Fundación Grupo Argos, Celsia y el Negocio de Desarrollo Urbano de Grupo Argos, tiene como objetivo fortalecer los ecosistemas de especial importancia ecológica, mejorar la captura de dióxido de carbono y mejorar la calidad de vida de las comunidades locales.
Ecosistemas, mitigación y adaptación al cambio climático
Los manglares son ecosistemas costeros que brindan numerosos beneficios ambientales. Son esenciales para la mitigación y adaptación al cambio climático, ya que capturan carbono y protegen las costas de la erosión. Su importancia radica en que sirven como áreas de reproducción y cría para diversas especies de peces y aves, además de contribuir a la regulación del clima y la calidad del agua.
La siembra de manglares en la ciénaga de Mallorquín no solo permitirá recuperar áreas degradadas del ecosistema, sino que también contribuirá a aumentar la capacidad del ecosistema para combatir el cambio climático. Además, la iniciativa busca involucrar a las comunidades locales en la conservación y protección de estos valiosos ecosistemas.
Alianza para la restauración ecológica
Esta jornada de siembra fue posible gracias a la alianza entre diferentes entidades, entre ellas la C.R.A., el Grupo Argos, la Fundación Grupo Argos y Celsia. Cada una de estas organizaciones aportó sus recursos y conocimientos para llevar a cabo esta iniciativa de restauración ecológica.
Elías González, profesional especializado de la C.R.A., destacó la importancia de recuperar las áreas degradadas del ecosistema de manglar y resaltó el uso de especies de mangle que permiten atrapar carbono. Por su parte, Ilva Gómez, gerente legal y de sostenibilidad del Negocio de Desarrollo Urbano de Grupo Argos, enfatizó el enfoque de restauración, conservación y apropiación social que tiene esta iniciativa.
Educación ambiental y participación comunitaria
La actividad de siembra de manglares también incluyó un componente educativo, con talleres de educación ambiental dirigidos a estudiantes, docentes, pescadores y líderes comunitarios. El objetivo de estos talleres fue sensibilizar a las comunidades sobre la importancia de los manglares y brindarles herramientas para su protección.
Esta iniciativa de siembra de manglares en la ciénaga de Mallorquín es un ejemplo de cómo la colaboración entre diferentes sectores puede contribuir a la conservación y restauración de los ecosistemas y mejorar la calidad de vida de las comunidades locales.