El subteniente Anderson Gómez, quien ayer habría celebrado su cumpleaños, fue asesinado por el ELN en San Calixto. En 2019, a pesar de la bomba en la Escuela de Policía General Santander, no se retiró.
El héroe que nunca se dio por vencido
La familia del subteniente Anderson Gómez, en medio del dolor y la tristeza por el asesinato de quien fuera el comandante de la estación de Policía en el municipio de San Calixto, Norte de Santander, a manos de un francotirador del ELN, espera ansiosa la llegada de su fiel amigo de cuatro patas: el perrito Han.
Franz Gómez, hermano de esta víctima de la violencia, reveló que Anderson fue uno de los sobrevivientes del atentado en la Escuela de Policía General Santander, ocurrido el 17 de enero de 2019. Esta lamentable acción terrorista de la guerrilla del ELN dejó 22 muertos.
Pese al traumático hecho, Anderson Gómez jamás pensó en abandonar la institución: "Mi hermano, antes de entrar como cadete de la Policía a la Escuela General Santander, él venía de ser lancerillo en el Ejército. Simplemente conocía qué era la vida militar. Nosotros sabemos de primera mano, como familia militar, cuáles son los riesgos, cuáles son las cosas".
Explicó que en aquel momento, el no saber nada sobre el estado de salud de su hermano les provocó "una incertidumbre gigante. Mi mamá, como a 100% esperando verlo. Cuando lo encontramos bien (fue) un alivio gigante. Él no pensó en salirse porque él sabía (sobre los riesgos) y dijo: ‘no, yo continúo’. Aunque se le ofreció la oportunidad, o sea se le dijo como si quiere está bien que lo deje, pero refutó que no, que él quería seguir, y pues mi papá orgullosísimo de tener un hijo en la Policía, de haberle dejado un hijo a la Policía".
El dolor de una familia
La última vez que Anderson estuvo en su casa fue en diciembre de 2023. En aquellas fechas festivas aprovechó para compartir con todos sus seres queridos. Su familia esperaba recibirlo nuevamente en noviembre, pues saldría a vacaciones.
Su asesinato ocurrió el 21 de octubre, el 23 lo enterraron, misma fecha donde debía haber estado festejando su vida, pues cumplía 28 años. "No fue la mejor celebración, aun así le celebramos el cumpleaños con su torta y con su gaseosa, como a él le gustaba. Aún la noticia es muy dura para nosotros, es que mi hermano tenía un corazón tan grande".
Esta familia espera que Han, el perrito que acompañó al uniformado durante tres años y que no ha parado de llorarlo, sea trasladado de Cúcuta a Bogotá. El animal ha presentado un cuadro de depresión debido a la profunda tristeza que le ha dado no volver a ver a Anderson, con quien dormía y compartía muchos momentos. Los compañeros del policía debieron colocarle las pertenencias de la víctima cerca para evitar que esté triste.