Un incidente que ha generado indignación entre los visitantes de Cartagena ha salido a la luz, luego de que un turista fuera víctima de una estafa mientras disfrutaba de las playas de la ciudad. La situación se desarrolla cuando una mujer, que estaba paseando por la playa, es abordada por un vendedor ambulante que le ofrece una "prueba" de una ostra. Lo que parecía ser un gesto de cortesía, terminó convirtiéndose en una experiencia desagradable, que le costó una significativa suma de dinero.
El turista, una mujer que se encontraba disfrutando de las playas cartageneras, fue abordada por un vendedor que le ofreció probar una ostra. Al principio, la mujer aceptó la oferta sin sospechar que esto la llevaría a un cobro excesivo. El vendedor, con un tono persuasivo, le dijo que no debía desechar la ostra para poder darle más, lo que resultó en que la mujer consumiera varias más sin darse cuenta de las intenciones detrás de la oferta. Al finalizar, el vendedor le cobró 40,000 pesos por las ostras, una suma que la dejó sorprendida y sin palabras, ya que originalmente pensó que se trataba de un obsequio.
Este incidente ha reavivado el debate sobre los abusos que muchos turistas enfrentan en las playas de Cartagena. Las autoridades han tomado medidas para regular la actividad comercial en estas áreas, limitando la presencia de vendedores ambulantes a aquellos que estén debidamente autorizados por la Promotora de Turismo. Según el Director de Playas, Augusto Vaca, esta medida busca proteger a los turistas de estafas como la que vivió esta mujer, garantizando que los únicos vendedores en las playas sean aquellos que han sido evaluados y autorizados.
Los vendedores ambulantes, sin embargo, han expresado su desconfianza hacia esta nueva medida. Aunque reconocen que la idea de organizar el comercio en las playas es buena, aseguran que en ocasiones anteriores estos intentos no han tenido éxito y temen que, sin las garantías adecuadas, su trabajo se vea afectado. A pesar de estas preocupaciones, las autoridades han dejado claro que la decisión está tomada y que forma parte de una reestructuración turística que busca mejorar la imagen de Cartagena como destino turístico.
Entre las nuevas normas que se implementarán, se incluye el cierre de las playas a las ocho de la noche. Esta medida responde a la necesidad de reducir actividades nocturnas que, según Vaca, están relacionadas con el consumo de drogas, la prostitución y la delincuencia, poniendo en riesgo la seguridad de los turistas.
Este incidente se suma a una serie de preocupaciones expresadas por el Ministerio Público, que ha pedido a las autoridades locales y nacionales que fortalezcan los mecanismos para erradicar los abusos contra los turistas durante la temporada vacacional. La Procuraduría ha advertido sobre los riesgos que enfrentan los consumidores en Cartagena, especialmente en lo que respecta a cobros excesivos en servicios turísticos, alimenticios, y de transporte.
El Procurador Delegado Primero Para la Vigilancia de la Función Pública, Gabriel Del Toro, ha realizado un recorrido por las playas y el Centro Histórico de Cartagena, donde se reunió con turistas y comerciantes para escuchar sus preocupaciones. Del Toro instó a las autoridades a intensificar la vigilancia y a crear campañas de sensibilización que promuevan la adquisición de servicios turísticos formales, evitando así la propaganda engañosa y los cobros abusivos.
En respuesta a estas preocupaciones, la Policía Metropolitana de Cartagena ha emitido recomendaciones para que los turistas verifiquen la legitimidad de los servicios que contratan, ya sea en línea o en persona. Entre estas recomendaciones, se incluye la verificación del Registro Nacional de Turismo (RNT) antes de reservar en un hotel o hostal, y la consulta de precios antes de adquirir cualquier producto o servicio en las playas o zonas turísticas de la ciudad.
Este caso sirve como un recordatorio de la importancia de estar alerta ante posibles estafas mientras se disfruta de unas vacaciones, especialmente en destinos turísticos tan populares como Cartagena. Las autoridades locales continúan trabajando para garantizar que los turistas puedan disfrutar de su estancia sin preocuparse por caer en manos de comerciantes inescrupulosos.