Pulzo da a conocer la captura y el proceso judicial en curso de un vecino que asesinó a un padre y a su hija en la ciudad de Soacha, Colombia.

El horror en Soacha
La comunidad del conjunto residencial La Grandeza II, en el barrio Hogares de Soacha, aún se encuentra consternada por el macabro asesinato de Sain y Hasbleidy Escárraga, padre e hija de 27 y 71 años respectivamente. La investigación policial reveló un giro inesperado en los hechos.
Inicialmente, se planteó la hipótesis de un caso de violencia intrafamiliar, pero la inconformidad de los investigadores los llevó a indagar más a fondo.

Las sospechas recaen sobre un vecino
Varios indicios, como el tipo de heridas observadas y señales de alteración en las prendas de vestir de las víctimas, mantuvieron la incertidumbre. La cotejación de testimonios y el análisis de horas de grabaciones de cámaras de seguridad del sector fortalecieron las sospechas sobre un vecino a quien las víctimas habían confiado las llaves de su apartamento.
Una llamada clave denunciada por un testigo, en la que el sospechoso solicitaba a un interlocutor que le consiguiera un trabajo fuera de Soacha porque "la había embarrado", llevó a la allanamiento de su vivienda.

Pruebas incriminatorias
Durante el allanamiento, la Policía encontró pruebas adicionales: un buzo y unos tenis llenos de sangre que ahora son objeto de pesquisas para determinar si pertenecían a las víctimas. Estas pruebas se suman a las ya existentes y apuntan a la culpabilidad del vecino implicado.
El macabro crimen
El sujeto aprovechó que Hasbleidy llegó sola a casa el sábado 11 de enero, tras haber estado con sus padres en una finca, para violentarla. Según información de Noticias Caracol, el presunto victimario le había hecho propuestas indecentes en ocasiones previas.
Tras abusar de ella, la asesinó y luego le quitó la vida a su padre, que llegó al lugar horas después. El sujeto dejó los cadáveres en el mismo cuarto y colocó indolentemente el arma cortopunzante en manos del adulto mayor para simular un apuñalamiento del cuerpo de la mujer.
El cinismo del asesino
La madre y esposa de las víctimas llegó al lugar y se encontró con los cuerpos de sus seres queridos. Cuando se le preguntó al vecino capturado sobre lo ocurrido, éste se mostró cínicamente aterrado, a pesar de las pruebas que lo incriminaban.
El individuo fue capturado y, aunque no aceptó los cargos de homicidio, feminicidio y acceso carnal violento agravados, fue enviado a la cárcel. También deberá responder por haber modificado, alterado y destruido pruebas en la escena del crimen.
La comunidad de Soacha exige justicia por este atroz crimen que ha enlutado a dos familias y ha conmocionado a la ciudad.