Víctima de reclutamiento forzado acusa a senadora Sandra Ramírez de complicidad en abusos
Una historia desgarradora está saliendo a la luz en Colombia, donde una mujer identificada como Deisy, quien fue reclutada por las FARC a la edad de 11 años, está acusando directamente a la senadora Sandra Ramírez de haber participado en la selección de niñas para ser utilizadas como «carnada» para los líderes de la guerrilla. La denuncia, hecha pública en Caracol Radio, está generando una ola de reacciones y pone nuevamente en el centro del debate público el tema del reclutamiento y abuso de menores durante el conflicto armado colombiano.

El testimonio de Deisy: Una vida marcada por el horror
Deisy, quien actualmente se encuentra trabajando como empleada doméstica, está relatando cómo su infancia fue brutalmente interrumpida cuando fue separada de su familia y forzada a unirse a las filas de las FARC. Según su testimonio, Sandra Ramírez, conocida en la guerrilla como Griselda Lobo Silva, está desempeñando un papel crucial en la selección de las niñas que serían entregadas a los comandantes para su explotación sexual. «¿Por qué no nos defendió siendo ella mujer?», cuestiona Deisy, visiblemente afectada, recordando que Ramírez incluso ordenaba castigos contra las menores.
La víctima no solo está señalando a la senadora, sino también a otros comandantes de las FARC, acusándolos de haber abusado de ella y de otras menores. «Todos los que nos dan cátedra de moral en el Congreso nos abusaron muchas veces. Para ellos las menores de edad eran muy apetecidas», afirma Deisy, dejando al descubierto una realidad escalofriante que se está ocultando durante años.

La respuesta de la senadora Sandra Ramírez y la reacción de la víctima
Ante las graves acusaciones, la senadora Sandra Ramírez está respondiendo negando las acusaciones y exigiendo pruebas. «No puedo decir mayor cosa porque no conozco a Deisy (...) Yo le pido que lleve las pruebas que tenga en mi contra, no solo a la JEP, sino ante la justicia ordinaria. Estamos aquí para responder ante el país y ante las víctimas por los hechos dolorosos ocurridos en el marco del conflicto», declaró Ramírez.
Sin embargo, la respuesta de la senadora no está satisfaciendo a Deisy, quien está expresando su indignación ante lo que considera una revictimización. «Me parece indignante que cuando una víctima habla, la señalan. Los victimarios siempre nos tratan de callar», se lamenta Deisy, quien asegura que en medio de la selva era imposible recolectar pruebas de los abusos. «Le digo a la senadora que se indignó por mi testimonio, cuando quiera la veré de frente para ver si recuerda mi rostro. Tal vez ahorita me calle con los 50 millones (de pesos) que gana en el Congreso. No tengo como pagar un abogado. Podrá callarme con su dinero, pero no podrá borrar los crímenes que cometieron con miles de niñas que yo vi en el monte. No solo nos agredían sexualmente, sino que nos ponían trabajo como castigo», sentenció la víctima.
Pablo Catatumbo también está siendo señalado
El testimonio de Deisy no se limita a las acusaciones contra Sandra Ramírez. También está señalando a Pablo Catatumbo, otro ex miembro de las FARC, de haber abusado de ella durante su tiempo en la guerrilla. «Queremos que la JEP (Jurisdicción Especial para la Paz) nos escuche. Merecemos que nos escuchen. No le tengo miedo a Catatumbo ni a nadie», enfatiza Deisy, quien afirma que la JEP aún no la ha escuchado, a pesar de haberle reconocido ocho hechos victimizantes.
La historia familiar de Deisy: Una tragedia causada por las FARC
Deisy está narrando cómo las FARC destruyeron a su familia. «Me quitaron el derecho de vivir con mis padres, ellos ya fallecieron. No solamente me hicieron daño, sino que antes de mí, se llevaron a mis hermanos, que fueron asesinados. Por eso mi mamá sufrió y murió en el campo esperando que yo regresara algún día. Yo tenía 4 hermanos más, y yo empecé a ver cómo se los llevaban. Cuando me llevaron a mí, en el año 2002, asesinaron a mi hermanita que tenía 17 años. No solamente las FARC me hicieron daño a mí. Destruyeron mi familia. Yo fui la afortunada de salir de ahí», relata con dolor.
Un llamado a la justicia y la reparación
A pesar de las dificultades, Deisy está luchando por salir adelante y brindar un futuro mejor a sus cinco hijos. Actualmente, está trabajando como empleada doméstica y utilizando su salario mínimo para mantener a su familia y brindarles educación. «Son mi fuerza para salir adelante y me esfuerzo dándoles estudio y educación. Para romper este patrón de pobreza lo mejor es la educación», afirma con esperanza.
El caso de Deisy está poniendo de manifiesto la necesidad de que la JEP escuche a las víctimas de reclutamiento forzado y abuso sexual durante el conflicto armado. Su testimonio está sirviendo como un llamado a la justicia y la reparación, para que hechos como estos no se repitan y para que las responsables rindan cuentas por sus actos.
Según Pulzo (s.f.), la senadora Sandra Ramírez está asegurando que trabaja por las comunidades desde su curul en el Senado.
Nota: Este artículo está siendo elaborado con información extraída de Pulzo.com.