Homenaje póstumo a Víctor Roqueme, alcalde de Aguachica, marcado por la emoción

El pasado miércoles 21 de agosto, la población de Aguachica, en el departamento del Cesar, se unió para dar su último adiós a Víctor Roqueme Quiñónez, quien fuera alcalde de su municipio durante ocho meses. Con una calle de honor y una caravana, familiares, amigos, autoridades locales y regionales y habitantes de la zona se despidieron del joven político de 27 años, fallecido el martes 20 de agosto en una clínica de Bucaramanga debido a complicaciones relacionadas con su patología hemato-oncológica.

Una trayectoria marcada por la enfermedad

Víctor Roqueme luchó durante varios años contra la leucemia, una batalla que marcó su vida y su gestión como alcalde. A pesar de su enfermedad, demostró una gran fortaleza y dedicación en su labor al frente del municipio.

Un legado de servicio y nobleza

El alcalde de Aguachica es recordado por su calidad humana, su corazón noble y su compromiso con su comunidad. Su padre, también llamado Víctor Roqueme, destacó en su mensaje de despedida las virtudes de su hijo: su nobleza, generosidad, bondad, alegría y su temor a Dios.

Un adiós conmovedor

El homenaje póstumo a Víctor Roqueme estuvo cargado de emotividad. La calle de honor, formada por cientos de aguachiquenses, y la caravana que acompañó el féretro hasta su última morada fueron muestras del cariño y el respeto que su pueblo sentía por él.

Autoridades locales y regionales también expresaron sus condolencias y destacaron el legado de servicio y compromiso del joven alcalde.

Un vacío en la comunidad

La partida de Víctor Roqueme deja un vacío en la comunidad de Aguachica. Su liderazgo, su carisma y su dedicación eran motores de progreso para el municipio. Su recuerdo permanecerá vivo en la memoria de sus habitantes, que continuarán trabajando por honrar su legado.