La violencia armada se intensifica en el Nordeste antioqueño
Los grupos armados ilegales están librando una sangrienta batalla por el control del territorio y las rentas criminales en el Nordeste antioqueño, dejando a la población civil atrapada en medio del fuego cruzado.
El desplazamiento forzado se dispara
La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha informado de que en 2023 se produjeron 14 de los 19 desplazamientos forzados masivos en la región, principalmente en el Nordeste, donde se registraron siete eventos que afectaron a 1.319 personas.
Grupos armados responsables
Las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Agc), el Ejército de Liberación Nacional (Eln) y las estructuras 18, 36 y 4 del Estado Mayor Central (Emc) son los principales responsables de la violencia en la región.
Disputas por el control territorial y las rentas criminales
Las Agc están llevando a cabo una avanzada hacia la región del Nordeste y el sur de Bolívar, lo que ha provocado enfrentamientos con el Eln y el Estado Mayor Central por el control de corredores estratégicos y territorios ricos en recursos, especialmente minerales.
Efecto globo: el desplazamiento constante
El secretario de Seguridad y Justicia de Antioquia, general (r) Luis Eduardo Martínez Guzmán, ha descrito el movimiento de los grupos armados como un "efecto globo", en el que un grupo se apodera de un territorio y los demás intentan recuperarlo, lo que provoca un desplazamiento constante de la población.
Reclutamiento de menores
La OCHA también ha destacado la alta incidencia de reclutamiento, uso y utilización de menores en la región. Los grupos armados están presionando y amenazando a las familias y a los directivos de las escuelas para que no denuncien la ausencia de los menores.
Restricciones a la movilidad
Los grupos armados han impuesto restricciones a la movilidad en gran parte de la zona rural de las tres subregiones afectadas, limitando los horarios de desplazamiento y prohibiendo el tránsito por ciertos caminos.
La situación en el Nordeste antioqueño es crítica y requiere una intervención urgente de las autoridades para proteger a la población civil y restablecer el orden público.