El mundo del béisbol está de luto tras la partida de una verdadera leyenda de los New York Mets, Bud Harrelson, a los 79 años. Harrelson, conocido por su destacada actuación como campocorto en la Serie Mundial de 1969 y por su posición clave en el equipo ganador de 1986, dejó un legado imborrable en el corazón de los aficionados de este deporte.

Un recorrido por la vida de Bud Harrelson

Harrelson, nacido en California y firmado como agente libre en 1963, dedicó 16 temporadas a las Grandes Ligas, las primeras 13 con los Mets de Nueva York. Se destacó por ser una especie de modelo a seguir para otros campocortos defensivos de la época. Aunque su ofensiva no era su punto más fuerte, su defensa impecable le valió un Guante de Oro en 1971. Harrelson es recordado por su increíble serie de juegos sin errores que, en su momento, fue un récord para su posición.

Su compromiso no solo se reflejó en su juego en la cancha sino también en su lucha contra la enfermedad. Diagnosticado con Alzheimer en 2016, Harrelson inspiró a muchos con su valentía hasta sus últimos días.

El emblemático enfrentamiento con Pete Rose

Sin embargo, más allá de los premios y las estadísticas, el momento que quedó grabado en la memoria colectiva de los fans del béisbol fue su enfrentamiento con Pete Rose durante el tercer juego de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional de 1973.

Se cuenta que, después de un deslizamiento particularmente agresivo de Rose, Harrelson no se mantuvo al margen, desencadenando una de las peleas más recordadas de la historia del béisbol. Este acto de fervor y pasión por el juego capturó la esencia de un jugador que nunca dejó que su estatura lo definiera dentro o fuera del campo.

Harrelson: Un legado que perdura en el béisbol

El legado de Bud Harrelson trasciende incluso a su carrera como jugador. Un período como manager de los Mets, el trabajo en las transmisiones y su influencia como parte del equipo fundador de los Long Island Ducks en la liga independiente, son pruebas de su compromiso con el béisbol.

Bud Harrelson será recordado no solo como un gran atleta sino como alguien que impactó profundamente a sus compañeros de equipo, adversarios y afición. Su pasión, determinación y tenacidad lo establecen como una figura icónica que será recordada por generaciones.