David Bigas: Un perfil eterno en el cielo para el amante de las aves
Un homenaje multitudinario
El sábado se inauguró la silueta y la placa de Bigas en la torre, culminando un sentido homenaje al ornitólogo. Amigos y compañeros, con prismáticos y telescopios en mano, subieron a la torre para dedicarle la observación. El ambiente era de emoción, con visitantes abrazándose a la silueta de David y leyendo pasajes clásicos sobre el amor por las aves.
En el Auditori La Germandat de Els Muntells, donde David Bigas se había establecido, se celebró un acto en su honor. Autoridades locales y el director del Parc Natural del Delta de l'Ebre, Francesc Sisco Vidal, destacaron su contribución al campo de la ornitología y su amor por el delta.
Una trayectoria excepcional
David Bigas comenzó su vida en el delta en 1990 como anillador del Institut Catalá d'Ornitologia (ICO). Su pasión por las aves le llevó a convertirse en Guarda de Fauna, Agente Rural y Guarda de las Reservas de Caza del Delta. Era conocido como un experto en la identificación de paseriformes y un maestro en la descripción de las aves.
Sisco Vidal destacó la nobleza de carácter de Bigas, su entusiasmo por el delta y su habilidad para detectar rarezas. Se le consideraba una referencia para los amantes de las aves, que acudían a él en busca de información y asesoramiento.
Un legado perdurable
Como parte del homenaje, se presentó la monografía 'Llista patró dels ocells del delta de l'Ebro edició 3.0', una actualización de la lista de aves del delta en la que trabajaba Bigas. El estudioso Antoni Curcó explicó la importancia de esta obra, que refleja el feliz repoblamiento de ciertas especies.
José Luis Copete, amigo de Bigas, compartió anécdotas sobre su conocimiento excepcional y su capacidad de inspirar. Destacó su pasión por el avistamiento de aves, desde el jardín de un bar hasta lugares remotos como el Cáucaso o China.
Un recuerdo imborrable
El homenaje concluyó con una sentida interpretación del 'Cant dels ocells' al saxofón y una proyección de imágenes de la vida de David Bigas, acompañado por la música de Joan Manuel Serrat. Su figura, auténtica y carismática, dejó una huella imborrable en todos los que lo conocieron.
David Bigas permanecerá en el mirador que ahora lleva su nombre, un lugar donde su espíritu seguirá volando junto a las aves que tanto amaba.