El futuro del campo de fútbol de Butarque en el aire

Los clubes deportivos Racing Villaverde y Santiago Apóstol temen quedarse sin campo de juego después de que el Ayuntamiento de Madrid decidiera no renovar la cesión de las instalaciones y sacara a concurso el uso del recinto.

Los requisitos del pliego son un obstáculo para los clubes

Uno de los requisitos que incluye el pliego de condiciones es que el adjudicatario deberá hacerse cargo de todos los gastos de limpieza, mantenimiento de instalaciones y vegetación, y de reposición de maquinaria y materiales. El texto no especifica a cuánto puede ascender la inversión y los clubes no saben si con su humilde presupuesto podrán hacerle frente.

"El campo es de titularidad municipal y siempre hemos pagado los gastos. Llevamos años pidiendo que hagan una concesión como con otros campos, pagando un canon o una cuota por niño, y haberlo negociado", comenta Lorena Machín, secretaria del Racing Villaverde.

Francisco Folgueiras, director deportivo del Santiago Apóstol, añade que "no entienden el pliego" y que lo habitual es que los clubes paguen un canon anual por el campo y sea el Ayuntamiento el que se haga cargo de mantenerlo.

La Junta Municipal defiende la igualdad de oportunidades

La Junta Municipal de Villaverde defiende que "la decisión de sacar a concurrencia pública el uso de esta instalación es velar por la igualdad de oportunidades de los clubes del distrito", porque "los clubes del distrito abonan las tasas municipales por el uso de las instalaciones deportivas, mientras que los clubes Racing Villaverde y Santiago Apóstol usan las instalaciones de forma gratuita y sin contraprestación por los gastos de suministros y mantenimiento".

Y añade que el Ayuntamiento "ha invertido más de 700.000 euros en la adecuación e instalación del césped artificial del campo de fútbol".

El campo, un punto de encuentro para el barrio

Antonio Abueitah, vicepresidente de la asociación de vecinos de Butarque, critica que la Administración "no está poniendo sobre la mesa un canon", sino "toda la responsabilidad de mantenimiento, de limpieza, de suministros al club adjudicatario", lo que encarece el uso.

"Al final, ese coste lo trasladan a las familias, que no pueden asumirlo", se queja.

"Aquí vienen muchos chavales de zonas más pobres, porque las cuotas son más baratas y porque si un niño o niña no puede pagar, se les fía", cuenta Abueitah.

Una lucha vecinal por el campo

El campo y las escuelas de fútbol salieron adelante gracias a la ayuda de las familias y el constante pelear de un barrio unido, protagonista de incontables luchas por conseguir un centro de salud, prometido hace más de 15 años, o un instituto, cuyos alumnos han sido trasladados a otro cercano, donde conviven hacinados 1.700 estudiantes.

"Los clubes de fútbol y el campo de tierra se convirtieron en el clavo ardiendo al que agarrarse. Son lo único que existe en el barrio para la gente joven. Pero no solo desde el punto de vista deportivo, sino también de apego. Es el sitio donde quedan los fines de semana. Hay partidos donde pueden juntarse más de 300 personas", describe Abueitah.

Futuro incierto para el campo de Butarque

El futuro del campo de fútbol de Butarque es incierto. Los clubes deportivos Racing Villaverde y Santiago Apóstol temen quedarse sin campo de juego y la Junta Municipal defiende la igualdad de oportunidades para todos los clubes del distrito.

Mientras tanto, los vecinos de Butarque siguen luchando por mantener vivo el campo, que se ha convertido en un punto de encuentro y un símbolo de la identidad del barrio.