El Puntal de Somo, una playa en peligro

La playa del Puntal de Somo (Cantabria) lleva años sometida a diversas erosiones. Primero, irreversible, la de paseantes esquilmando el arenal de conchas, que luego enjaulan en cajas decorativas. Segunda, aún por atajar, la de la paz perdida por los botellones y fiestas veraniegas junto al chiringuito al que llegar en veleros privados o lanchas públicas. De fondo, una más compleja: la ocasionada por las dinámicas marinas y el cambio climático en esta lengua de arena cuya punta dista de Santander unos pocos cientos de metros.

Riesgo de rotura y consecuencias

Los estudios del Instituto de Hidráulica de Cantabria (IH) revelan el riesgo de que el Puntal se rompa en 2050, revolucione el entorno medioambiental y quiebre la actividad económica y turística. El Puerto de Santander, fuente del 15% del PIB cántabro, y las playas colindantes quedan en riesgo, igual que sectores como el del marisqueo y la pesca o el surf.

Medidas para evitar la rotura

Los diversos agentes implicados se han coordinado para elaborar el Plan Bahía y disponer de unas medidas ahora por ejecutar, donde cada parte deberá aparcar sus microbjetivos y centrarse en el bien común. El consejero de Fomento de Cantabria, Roberto Media (PP), admite que "las dinámicas marinas reducen la playa de Somo, si no ponemos medidas se podría separar el Puntal del resto". Media aplaude el trabajo del IH y recalca el peso de esa bahía, por la cual salen y entran los barcos rumbo al Puerto santanderino, origen del 15% del PIB regional.

El cambio climático, un factor a tener en cuenta

La investigadora María Merino, coautora del Plan Bahía, explica la influencia del cambio climático en este fenómeno. El aumento del nivel del mar acarrea mayores erosiones y agiliza el proceso de que el Puntal pueda ser cortado por un caudal y que su extremo se convierta en una isla. "La bahía se ha ido solidificando para aprovecharla, si se recupera y se amplía mejorarán procesos naturales como el alargamiento del Puntal o restauración de las marismas", incide Merino.

Preocupación entre los implicados

Varios mariscadores o gerentes de cooperativas de pesca de los alrededores de la bahía de Santander insisten en una escasez de marisco y pescados que se nota también en los restaurantes especializados en productos marinos: "¡Ahora hay cuatro almejas y gracias. Hoy en día hay muchísima menos almeja y navaja, antes cogíamos centollos, quisquillas, cachones… y ahora nada". Uno de los sectores más relacionados con las mareas y el desarrollo de las dinámicas marinas es el del surf, práctica creciente año a año en Cantabria y fundamental para el turismo de localidades como Somo.

Esperanza y unidad

David García, de la Escuela Cántabra de Surf, reconoce el retroceso de la playa pero confía en los "medios humanos y materiales para ponerle solución, no veo inmovilismo". García valora el entorno paisajístico y natural de la zona y clama por la unión ante esta circunstancia: "Santander tiene una de las bahías más bonitas del mundo y es importante mantenerla, ningún cafre está en contra".