En los Juegos Olímpicos de París 2024, las "camas antisexo" vuelven a ser tema de conversación. Con la llegada de los atletas a la Villa Olímpica, estas camas diseñadas por la empresa Airweave están generando reacciones y curiosidad en redes sociales y entre el público.

¿Qué son las "camas antisexo"?

Historia y propósito de las camas

Estas camas nacen durante la pandemia de COVID-19 como una medida para minimizar el contacto físico innecesario entre los atletas. Además de ser una medida de higiene, su diseño y material promueven la sostenibilidad. Airweave, la compañía encargada de fabricarlas, asegura que las camas no solo son cómodas sino también robustas y respetuosas con el medio ambiente.

Desde su introducción, las camas antisexo han causado diversas reacciones entre los atletas. En Tokio 2020, varios deportistas probaron su resistencia mediante videos y publicaciones en redes sociales. En París 2024, la situación no es diferente. Atletas como la kayakista mexicana Sofía Reinoso han compartido sus impresiones en redes, mostrando la estructura de cartón y la comodidad de estas camas.

¿Son realmente "antisexo"?

El término "antisexo" es más un mito que una realidad. Aunque están diseñadas para ser individuales y de cartón, varios atletas han demostrado que son lo suficientemente fuertes para soportar movimientos bruscos. El Comité Olímpico Internacional (COI) insiste en que el verdadero propósito de estas camas es la sostenibilidad y la comodidad, más que cualquier otra cosa.

El impacto ambiental

La sostenibilidad es un aspecto crucial en la organización de los Juegos Olímpicos. Las camas de cartón de Airweave pueden reciclarse después del evento, reduciendo así el desperdicio y el impacto ambiental. Este año, se han fabricado 16,000 camas que, tras la finalización de los Juegos Olímpicos, serán reutilizadas para los Juegos Paralímpicos en París.

Opiniones de los expertos

Expertos en diseño y sostenibilidad alaban la iniciativa de las camas de cartón. Destacan que, además de ser una solución práctica y económica, reflejan un compromiso con el medio ambiente que otras ediciones de los Juegos Olímpicos deberían adoptar. La implementación de estas camas también muestra una evolución en cómo se manejan los recursos y se cuida de los atletas, asegurando que su bienestar esté en primer plano sin comprometer la sostenibilidad.

Comparación con otros años

En comparación con las camas tradicionales de ediciones anteriores, las camas antisexo de Tokio 2020 y París 2024 representan un cambio significativo. Las tradicionales suelen ser más robustas y menos sostenibles. La transición a materiales reciclables no solo es un paso hacia la innovación, sino también una respuesta a las crecientes demandas de sostenibilidad en eventos de gran escala.