La Guardia Civil halla el cuerpo sin vida de una excursionista británica en Mallorca tras ser arrastrada por una crecida

Una trágica noticia ha conmocionado la isla de Mallorca este miércoles. La Guardia Civil ha encontrado el cadáver de una excursionista británica de 32 años que desapareció el martes en la sierra de Tramontana tras ser arrastrada por una súbita crecida del agua, conocida como "flash flood".

Un operativo de rescate contrarreloj

El suceso se produjo en el Torrent de Pareis, un popular paraje natural frecuentado por senderistas y excursionistas. Las fuertes lluvias que han azotado la isla en las últimas horas provocaron una crecida repentina del caudal, arrastrando a la joven y a un compañero.

Tras recibir el aviso, la Guardia Civil y los Bomberos de Mallorca desplegaron un amplio dispositivo de búsqueda y rescate. Con la ayuda de un helicóptero, lograron salvar la vida y evacuar a diez excursionistas que habían quedado atrapados sin ropa de abrigo y completamente mojados.

"Muchos hacen caso omiso de las alertas meteorológicas"

Los senderistas, de nacionalidad francesa, alemana, británica y española, informaron a los servicios de emergencia de que dos de los integrantes de un pequeño grupo de cinco habían sido arrastrados por la corriente. A pesar de la previsión de fuertes lluvias, muchos excursionistas hacen caso omiso de las alertas meteorológicas, lo que obliga a la Guardia Civil a desplegar dispositivos de rescate con frecuencia en la zona.

Alerta naranja por lluvias y tormentas muy fuertes

El Gobierno balear ha hecho un llamamiento a la precaución, pidiendo a la población que evite realizar actividades al aire libre como ir a la playa, hacer senderismo o practicar deportes náuticos. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) mantiene el aviso naranja por chubascos y tormentas muy fuertes, que pueden dejar hasta 90 litros por metro cuadrado en una hora y acompañados de granizo y rachas de viento huracanadas.

La búsqueda del excursionista desaparecido continúa durante toda la jornada. Los efectivos de rescate se enfrentan a unas condiciones meteorológicas adversas, lo que dificulta las tareas de localización.