En una final que quedará marcada en la historia del fútbol colombiano, Junior de Barranquilla se consagró campeón de la Liga BetPlay tras una emocionante remontada en el Estadio Atanasio Girardot de Medellín.
El encuentro empezó con Medellín dominando y llevando la ventaja 2-0 hasta el minuto 89. Parecía que el título estaba asegurado para el DIM. Sin embargo, un espectacular gol de Vladimir Hernández en el último instante llevó el partido a los penaltis, desatando la euforia en la hinchada tiburón.
La definición desde el punto penal fue tan intensa como el partido mismo. Junior se impuso 5-3 en la tanda de penaltis, destacando la actuación crucial de Santiago Mele, portero de Barranquilla, y el fallo decisivo de Daniel Torres, que dio el triunfo a los visitantes.
Con el pitido final, Junior de Barranquilla celebró su décima estrella en el fútbol colombiano. La gesta es aún más impresionante considerando la desventaja inicial y la espectacular manera en que lograron revertir la situación.
Destacar momentos clave como la gran tapada de Santiago Mele en el minuto 90+3, el gol anulado a Medellín en el minuto 63, y la reacción intensa de Junior en los últimos minutos del partido, son esenciales para narrar la historia completa de esta final.
Junior, un equipo con historia en el fútbol colombiano, había superado obstáculos en el Grupo A y se consolidó como un equipo resiliente. Esta victoria le otorga la clasificación a la fase de grupos de la Copa Libertadores 2024, consolidando su posición en el escenario internacional.
La fiesta en Barranquilla
La noticia del campeonato resonó en todo Barranquilla, donde la afición tiburón celebró con alegría la décima estrella. La ciudad vibró con la hazaña de su equipo, y ahora Junior se prepara para representar a Colombia en la próxima edición de la Copa Libertadores.
La final entre Junior y Medellín no solo fue un enfrentamiento deportivo, sino un episodio lleno de emoción, determinación y giros inesperados. Junior se corona como el campeón indiscutible del fútbol colombiano, dejando una huella imborrable en la memoria de los aficionados.