Barcelona debate el legado de la Copa América de Vela, que se celebrará del 22 de agosto al 27 de octubre
Grant Dalton, director del equipo vencedor de la última edición de la Copa América, el Team New Zealand, organiza la prueba que tendrá lugar en la ciudad condal. Desde la planta 11 de un lujoso crucero de Explora Journeys, con quien acaba de cerrar un acuerdo de patrocinio, reflexiona sobre las élites deportivas, la gestión de equipos y los contrastes de este evento.
Turismo masivo y protestas ciudadanas
La Copa América de Vela genera opiniones encontradas entre los barceloneses. Algunos consideran que promueve un tipo de turismo diferente al habitual, con visitantes que se quedan más tiempo, visitan otras zonas de España y Cataluña y regresan.
Sin embargo, diversas entidades denuncian que la competición es un motor del turismo de masas, que genera cada vez más recelos en la ciudad. Las protestas ciudadanas se han hecho oír, y Dalton reconoce que el vandalismo no puede tolerarse.
La complejidad política de Cataluña
Dalton también ha sido testigo de las complejidades políticas de Cataluña. Al llegar a Barcelona, comenzó a leer sobre la historia de la ciudad, lo que le ayudó a entender las tensiones políticas.
A pesar de la diversidad de partidos políticos, todos se han unido para apoyar la Copa América. Dalton considera que este hecho podría ser el mejor legado de la competición.
El futuro de la Copa América
Dalton no descarta que la Copa América se celebre en otro lugar en el futuro, aunque reconoce que Barcelona tiene mucho que ofrecer. Para mejorar la nota que le da a la organización del evento en la ciudad, pide una mejor integración de los vecinos de la Barceloneta y una comunicación más fluida.
El director del Team New Zealand también destaca la importancia del crecimiento del deporte y de fomentar el interés de los jóvenes por el mar. Si se hacen las cosas bien, la Copa América puede ayudar a Barcelona a reorientarse hacia un espacio natural como el Mediterráneo.
Inspiración y consejos para deportistas
Dalton se inspira en deportistas como Lewis Hamilton y Marc Márquez, que han roto barreras y han demostrado resiliencia y brillantez. A los deportistas, les aconseja evitar la desconfianza, que es el peor atributo para un atleta.
Sobre la relación con los rivales, Dalton cree que es posible confiar en ellos y querer ganarles al mismo tiempo. El problema surge cuando alguien actúa de forma deshonesta.
Finalmente, Dalton subraya la importancia de dar voz a los deportistas en cuestiones extradeportivas. Considera que los atletas pueden utilizar su influencia para promover buenas causas, pero no deben involucrarse en política.