Carlos Mazón, el presidente desbordado
El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, se encuentra desbordado por la gestión de la catástrofe provocada por la dana que ha asolado la provincia, dejando más de 200 muertos. Desde el primer momento, la gestión de Mazón ha estado marcada por la polémica, con una serie de decisiones cuestionadas incluso desde dentro de su propio partido.
Retraso en la alerta
El principal punto de crítica ha sido el retraso en el envío de la alerta masiva a los móviles de los ciudadanos para advertir del peligro de la dana. Mazón ha intentado eludir su responsabilidad, pero lo cierto es que los avisos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) fueron claros, y él siguió con su agenda oficial.
Falta de coordinación
Otra de las críticas que se le hacen a Mazón es la falta de coordinación en la gestión de la emergencia. No se avisó a los valencianos hasta que el drama ya era un hecho, y el 112 colapsó, dejando a muchos ciudadanos incomunicados. Además, Mazón no incluyó en el operativo a los bomberos de Bilbao y Cataluña, que se ofrecieron a ayudar, ni a los forestales autóctonos.
Incluso sus adversarios políticos reconocen que la gestión de una catástrofe de esta magnitud siempre es mejorable, pero insisten en que se ha actuado tarde y mal. Compromís ha pedido al Gobierno que le quite el mando a Mazón, mientras que los socialistas han optado por seguir la idea del Gobierno de España de no cuestionar, en este momento, al Gobierno autonómico.
Imagen por encima de todo
Desde su propio partido achacan la ineficacia de Mazón a su obsesión por la imagen mediática. Es un presidente que está constantemente en las redes sociales, pero que ha estado ausente en los momentos más críticos de la catástrofe. Ni siquiera se ha molestado en visitar los pueblos afectados.
El sábado, cuando miles de valencianos se organizaron para formar columnas y llegar andando a los pueblos del sur, Mazón lanzó advertencias amenazantes para que cejaran en su solidaridad. También convocó a los voluntarios en la Ciudad de las Artes, pero la canalización de las ayudas no funcionó rápidamente, y muchos de ellos tuvieron que esperar horas para poder colaborar.
Petición de ayuda
En un intento de paliar la situación, Mazón ha solicitado la inclusión de siete ministros en los equipos encargados de coordinar la respuesta a la emergencia. Sin embargo, esta medida ha sido criticada por algunos, que consideran que lo único que hará es complicar aún más la gestión.
En resumen, la gestión de Carlos Mazón de la catástrofe provocada por la dana ha estado marcada por el caos y la improvisación. El presidente se ha centrado más en su imagen mediática que en las necesidades de los afectados, y su falta de liderazgo ha agravado la situación.