La gran pelea entre Jake Paul y Mike Tyson, transmitida en exclusiva por Netflix, ha batido récords de audiencia, convirtiéndose en uno de los eventos más vistos del año. La plataforma de streaming dio a conocer las cifras oficiales, que muestran un pico de 60 millones de hogares sintonizando simultáneamente la pelea.
Récord de audiencia
Estos números superan con creces los de las finales de la Copa América y la Eurocopa celebradas en julio de este año. El evento coestelar, la pelea entre Katie Taylor y Amanda Serrano, también tuvo un gran éxito, atrayendo a 50 millones de espectadores y consolidando el atractivo de las peleas femeninas de boxeo en el escenario mundial.
Problemas técnicos
A pesar del éxito de audiencia, Netflix tuvo que hacer frente a quejas de los usuarios sobre problemas técnicos durante la transmisión. Muchos espectadores informaron de problemas de «buffering», desconexiones y mala calidad de imagen. Netflix respondió a estas quejas indicando que el gran número de usuarios conectados simultáneamente superó los límites de la plataforma.
Expansión de las transmisiones deportivas
Netflix sigue apostando por las transmisiones deportivas en vivo y tiene previsto ampliar su oferta con próximos eventos, como partidos de la NFL y la transmisión semanal de «WWE Raw».
«Las cifras hablan por sí solas: este evento ha sido un gran éxito para Netflix y demuestra el creciente interés por las transmisiones deportivas en vivo», dijo un portavoz de la plataforma.
Para El Imparcial, Carlos Borchardt.