Atlético Nacional se consagró campeón de la Copa Betplay 2023 al vencer a Millonarios en una emocionante definición por penales. El partido se vivió con gran intensidad tanto en el estadio como en las calles de Bogotá, donde se registraron enfrentamientos entre hinchadas de ambos equipos. A pesar de que la mayoría de las celebraciones fueron pacíficas y respetuosas, hubo dos altercados que dejaron a dos hinchas heridos. En el barrio Santa Isabel, uno de los puntos de encuentro de los fanáticos, los festejos transcurrieron sin problemas, incluso con seguidores del equipo perdedor presentes. Sin embargo, en los barrios Danubio Azul y Marichuela se produjeron violentos choques, donde los participantes utilizaron piedras, palos, botellas y armas blancas para agredirse mutuamente. Afortunadamente, la situación fue controlada por las autoridades, evitando que el enfrentamiento se saliera de control. Estos hechos demuestran la necesidad de promover la convivencia pacífica entre los hinchas y garantizar la seguridad en eventos deportivos.
Además de los enfrentamientos entre hinchadas, también se reportaron otros actos de violencia. El bus en el que se encontraban los jugadores de Millonarios fue vandalizado en Medellín por seguidores de Atlético Nacional. Esto muestra la rivalidad extrema que existe entre ambos equipos y la necesidad de fomentar el respeto y la tolerancia en el fútbol. Por otro lado, Ray Vanegas, hermano de un jugador de Millonarios, denunció haber sido golpeado por barras de Nacional a la salida del estadio Atanasio Girardot. Este tipo de agresiones son inaceptables y deben ser condenadas de manera contundente.
Es fundamental que las autoridades tomen medidas para prevenir y controlar la violencia en el fútbol. Se deben implementar estrategias de seguridad efectivas antes, durante y después de los partidos, así como promover la educación y el diálogo entre las hinchadas. El fútbol es un deporte que debe unir a las personas y generar emociones positivas, no violencia y confrontación.