Aerolíneas Argentinas en la mira: Interés empresarial por su gestión
El Gobierno Nacional evalúa distintas alternativas para el futuro de Aerolíneas Argentinas, incluyendo la posibilidad de privatizar la empresa estatal. En medio de un conflicto gremial que ha paralizado sus operaciones, el vocero presidencial, Manuel Adorni, reveló que el Gobierno ha iniciado conversaciones con varios grupos empresarios interesados en gestionar la aerolínea de bandera.
Actores interesados
Según Adorni, entre los principales interesados en Aerolíneas Argentinas se encuentran la multinacional colombiana Avianca, la brasileña Azul Líneas Aéreas, un grupo corporativo local y el empresario boliviano Germán Efromovich. El grupo chileno LATAM, por su parte, ha descartado su participación en estas negociaciones.
El vocero presidencial no especificó los detalles de cómo se llevaría a cabo la operación de traspaso. Sin embargo, cualquier privatización requeriría la aprobación de una ley por parte del Congreso Nacional.
Propuesta de Macri
Previo al anuncio del Gobierno, el expresidente Mauricio Macri utilizó sus redes sociales para exigir un "plan de desarme urgente" para Aerolíneas Argentinas. Macri propuso tres alternativas para "dejar de solventar el déficit de Aerolíneas con impuestos": iniciar un proceso de quiebra, escindir la empresa en dos o tres nuevas entidades o reducir la empresa y liquidar sus activos por separado.
El Gobierno Nacional se despegó de las propuestas de Macri, calificándolas como "muy largas" y asegurando que "no necesitan de ninguna privatización ni de ningún proyecto de privatización".
Desafíos y perspectivas
La posible privatización de Aerolíneas Argentinas enfrenta varios desafíos, entre ellos la resistencia de los sindicatos, que han amenazado con medidas de fuerza para defender sus puestos de trabajo y condiciones laborales. Además, el Gobierno deberá abordar la cuestión de la deuda de la empresa, que asciende a miles de millones de dólares.
Pese a estos desafíos, el Gobierno considera que la privatización podría ser una solución para los problemas financieros y operativos de Aerolíneas Argentinas. La llegada de capital privado podría permitir a la empresa invertir en nuevos aviones, rutas y tecnologías, haciéndola más competitiva y eficiente.