África está abrazando la energía nuclear para impulsar su desarrollo

El continente africano se encuentra en una encrucijada energética. Mientras que la mitad de su población carece de acceso a la electricidad, su demografía está experimentando un crecimiento explosivo, proyectándose un aumento de 1.400 millones de habitantes a aproximadamente 2.400 millones para 2050. Esta creciente demanda energética, aunada a un proceso de industrialización a gran escala, está impulsando a las naciones africanas a buscar soluciones innovadoras. En este contexto, la energía nuclear está emergiendo como una opción viable para 17 países del continente.

Un cambio de paradigma energético
Actualmente, Sudáfrica es el único país africano con una central nuclear operativa, mientras que Egipto está construyendo otra. Sin embargo, países como Ghana, Nigeria y Kenia están avanzando rápidamente en sus propios proyectos nucleares. Adicionalmente, naciones como Túnez, Argelia y Marruecos se encuentran en las etapas finales de desarrollo de sus planes, muchos de los cuales cuentan con el respaldo de Rusia o China. Según José Naranjo, periodista de El País (2025), este cambio refleja la necesidad de África de diversificar su matriz energética.
Los desafíos de la energía nuclear en África
Implementar la energía nuclear requiere un esfuerzo considerable. Los gobiernos deben establecer marcos jurídicos y administrativos sólidos, desarrollar protocolos de seguridad rigurosos e implementar sistemas de gestión de residuos eficientes. A pesar de estos desafíos, muchos países africanos consideran que la energía nuclear puede desempeñar un papel crucial en su combinación energética, complementando las fuentes renovables como la hidroeléctrica, la solar y la eólica, a medida que disminuye el uso de combustibles fósiles.

Si bien África es líder mundial en el consumo de energía renovable, con un 55% proveniente de estas fuentes según el Grupo de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, la pobreza energética actual y las necesidades futuras impulsan la apuesta por la nuclear. «La energía nuclear ofrece la oportunidad de construir un mundo sostenible y más igualitario en el que todo el mundo tenga acceso a una energía limpia, fiable y económica, y a una alta calidad de vida», afirma Harry Preston, portavoz de la Asociación Nuclear Mundial (Naranjo, 2025).
El auge de los pequeños reactores modulares (SMR)
En los últimos años, han surgido los pequeños reactores modulares (SMR) como una alternativa prometedora para los países con redes eléctricas menos desarrolladas. Estos reactores, con una potencia instalada que no supera los 300 MW, se adaptan mejor a las necesidades específicas de la minería o la desalación de agua. Según Preston, «Muchas personas en África siguen sin electricidad, por lo que es necesario ampliar la capacidad de la red. Tal expansión, evitando el uso de carbón y otros combustibles fósiles, requerirá de la energía nuclear, tanto modelos de reactores grandes como pequeños» (Naranjo, 2025).
Controversia y debate
A pesar del creciente interés en la energía nuclear, existen voces críticas que cuestionan su idoneidad. Organizaciones como Greenpeace argumentan que las centrales nucleares son costosas y que las energías renovables ofrecen una alternativa más sostenible. Sin embargo, algunos ambientalistas africanos defienden la energía nuclear como una fuente limpia que complementa a las energías renovables, mitigando su intermitencia debido a las condiciones geográficas y meteorológicas.