La difícil situación de los inquilinos en Argentina: el 80% vive bajo la línea de pobreza

Un informe de Inquilinos Agrupados revela que la situación de quienes alquilan en Argentina es cada vez más precaria. Según el estudio, el 80% de los inquilinos se encuentran por debajo de la línea de pobreza, una cifra alarmante que refleja las dificultades que atraviesan muchas familias para acceder a una vivienda digna.

El informe, que tomó como base los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC, calculó el índice de pobreza para los hogares inquilinos considerando los valores de la Canasta Básica Total (CBT) más los gastos de alquiler y expensas. El resultado fue una "Canasta de pobreza inquilina" de $943.390,64.

El impacto del alquiler en los ingresos

El estudio también destaca que el alquiler representa un porcentaje cada vez mayor de los ingresos de los inquilinos. En promedio, el 44,5% de los ingresos se destina al pago del alquiler, lo que deja muy poco margen para otros gastos esenciales como alimentos, salud y educación.

Como consecuencia, muchos inquilinos se ven obligados a tomar medidas desesperadas para llegar a fin de mes. El informe revela que uno de cada cuatro inquilinos ha tenido que mudarse en los últimos tres meses por no poder pagar los nuevos valores de alquiler, mientras que otros han optado por compartir vivienda o reducir sus gastos al mínimo.

La pobreza inquilina según el tamaño del hogar

El informe también analiza cómo el tamaño del hogar afecta la situación de pobreza inquilina. Cuantos más integrantes tiene un hogar, mayor es el porcentaje de pobreza. En el caso de una persona sola, el porcentaje de pobreza es del 72%, mientras que en una familia de tres integrantes asciende al 80%. En hogares con cuatro o más integrantes, el porcentaje de pobreza supera el 88%.

Un llamado de atención

El informe de Inquilinos Agrupados es un llamado de atención sobre la grave situación que atraviesan los inquilinos en Argentina. La organización reclama políticas públicas que promuevan el acceso a la vivienda digna y asequible, como la construcción de viviendas sociales, la regulación de los alquileres y el aumento de los subsidios para inquilinos.