El alquiler vacacional se dispara en Barcelona y Madrid

El alquiler vacacional está ganando terreno en las principales ciudades de España. Según un estudio del EsadeEcPol, en Barcelona este tipo de alquileres ya suponen el 14,4% de la oferta, mientras que en Madrid representan uno de cada diez pisos anunciados en alquiler.

El efecto contrario de las regulaciones

Las medidas gubernamentales para frenar la proliferación de pisos turísticos y los alquileres de corta duración están teniendo un efecto contrario al esperado en Barcelona. La implementación del Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT) de 2017, que establece el crecimiento cero de las viviendas de uso turístico en toda la ciudad, y la regulación del precio de los alquileres en Cataluña entre 2020 y 2022 han provocado un aumento de los alquileres de temporada.

Estas medidas han podido incentivar a los propietarios a optar por el alquiler vacacional, una modalidad más flexible que les permite evitar las restricciones asociadas a los contratos de larga duración y a la regulación del alquiler turístico. Además, los contratos de temporada no están incluidos en la Ley de Vivienda y permiten a los propietarios esquivar cuestiones como el tope de precios o los gastos de la gestión inmobiliaria.

En contraste, el mercado de alquiler de temporada en Madrid ha crecido de manera más moderada, pasando del 3,3% al 9,6% en el mismo periodo, debido a la falta de regulaciones estrictas en este territorio.

El precio de los alquileres cae, pero también la oferta

Según los últimos datos publicados por la Generalitat, en el segundo trimestre de 2024 el precio de los alquileres cayó un 5% en las zonas tensionadas de Cataluña, coincidiendo con la entrada en vigor de la regulación de las rentas. Sin embargo, esta reducción del precio también ha provocado una disminución del número de contratos de alquiler en más del 15%.

Esta situación está beneficiando a quienes ya tienen un contrato de alquiler en una zona regulada, pero perjudicando a quienes buscan un piso porque necesitan entrar en el mercado o renovar su contrato.

El desplazamiento hacia otras modalidades de alquiler

El aumento de los alquileres de temporada y la disminución de la oferta de alquileres a largo plazo están provocando un desplazamiento hacia otras modalidades de alquiler. En Barcelona, la proporción de ofertas de alquiler a largo plazo ha pasado de representar cerca del 90% en 2018 a situarse en torno al 80% en 2023. En Madrid, la reducción ha sido más moderada, bajando del 85% al 80% en el mismo periodo.

Esta tendencia reafirma el desplazamiento progresivo hacia otras modalidades de alquiler en un contexto marcado por el aumento de regulaciones en el país y el creciente interés de los propietarios por modalidades más flexibles o rentables.