La viceconsejera de Hacienda de Andalucía amenaza con "mano dura" a los interventores
La Junta de Andalucía pretende controlar la Intervención General, el organismo encargado de fiscalizar las cuentas públicas, según declaraciones de la viceconsejera de Hacienda, Amelia Martínez.
Durante una reunión en diciembre, Martínez amenazó a los interventores con "un nuevo interventor con mano dura que os meta en cintura", según testimonios de los presentes. El objetivo sería "hacer frente a las exigencias de los auditores ante la Consejería".
Creación del Cuerpo de Interventores, ¿un "mero compromiso electoral"?
En el mismo encuentro, el director general de Presupuestos, Eduardo León, confesó que la creación del Cuerpo de Interventores fue un "mero compromiso electoral". Esta afirmación contradice la promesa del PP de reforzar la independencia y eficacia de la fiscalización.
Destituciones y cambios en la Intervención General
Tras la reunión, Martínez destituyó a la interventora general, María Antonia González, y a varios jefes de división. Además, ha reestructurado la organización, situando sus servicios en diferentes plantas y excluyendo a la división de contabilidad de un complemento salarial.
Estas medidas han generado temor entre los interventores, quienes denuncian "amedrentamiento" y "pérdida de independencia". Según un ex alto mando, la Junta ha lanzado "un misil en la línea de independencia de los interventores".
Negociación tensa entre la Junta y los interventores
La Junta prevé pagar un complemento específico a algunos interventores, pero no a todos. Esto ha generado desacuerdos con la asociación de interventores, que reclama un complemento para todos los miembros y otras mejoras laborales.
Los interventores también han amenazado con una huelga, pero recularon tras las amenazas de Martínez. La negociación continúa, pero la postura de la Junta es "inamovible", según un portavoz de Hacienda.
El futuro de la Intervención General y el control financiero de Andalucía depende del resultado de esta negociación. Los interventores buscan equipararse a otros cuerpos de prestigio, como la Intervención General de Administración del Estado, mientras que la Junta parece decidida a limitar su independencia.