La incertidumbre siempre ha estado presente y lo seguirá estando a la hora de invertir, por lo que es importante hacerlo de manera eficiente. Este año, una vez más, nos enfrentamos a un panorama incierto, a pesar de los buenos resultados de los índices bursátiles, el control de la inflación y la mejora de la actividad económica.
Riesgos latentes
Existen numerosos riesgos financieros latentes que pueden afectar a los inversores, como las bolsas sobrevaloradas, el exceso de deuda pública y privada, las operaciones corporativas en empresas no cotizadas, la posibilidad de que China retome su crecimiento y los problemas estructurales que enfrenta Europa.
Valoración de las bolsas
El nivel de valoración implícita alcanzado por las bolsas preocupa a los inversores y ahorradores, ya que puede generar percepciones de riesgo exageradas. Uno de los síntomas de una burbuja bursátil es el exceso de precios de las empresas cotizadas en relación con sus beneficios. La ratio PER (relación precio-beneficio) se utiliza para medir esta relación.
Los índices bursátiles pueden estar ponderados por la capitalización bursátil de las empresas que los componen o equiponderados, en cuyo caso todas las empresas tienen el mismo peso. Los datos cuantitativos de PER, aunque son ampliamente difundidos, requieren un análisis cualitativo complementario para evitar conclusiones precipitadas.
Retorno de los índices
Los índices de renta variable han tenido un rendimiento excepcional desde la Gran Crisis Financiera (2008-2011). El S&P 500 ha tenido un rendimiento anualizado del 14,5%, mientras que el Nasdaq 100 ha tenido un rendimiento del 19,1%.
Las fuertes revalorizaciones de la Bolsa estadounidense en el sector tecnológico han provocado un cambio en la composición de los índices, lo que ha llevado a una revalorización significativa. Esto se refleja en la diferencia de comportamiento entre los índices ponderados por capitalización y los equiponderados.
Transformación digital y fusiones
La transformación digital y las innovaciones en inteligencia artificial, biotecnología y ciberseguridad están impulsando el crecimiento de los índices. Sin embargo, es importante diferenciar esto de una burbuja sin fundamento en el crecimiento de los beneficios.
Además, las transformaciones económicas generan un mayor dinamismo empresarial, lo que lleva a un aumento de las fusiones, adquisiciones y desapariciones de empresas.
Diferencias con la burbuja del 2000
A diferencia de la burbuja del año 2000, las empresas que se han incorporado a los grandes índices están obteniendo beneficios, tienen franquicias importantes y generan un flujo de caja libre relevante.
Recomendaciones para inversores
Los inversores particulares deben ser cautelosos ante afirmaciones alarmistas que comparan la situación actual con la burbuja del año 2000. En la situación actual, los inversores están protegidos por un marco regulatorio sólido, vehículos de inversión competitivos y transparencia.
En lugar de bloquearse por los riesgos, los inversores deben centrarse en invertir de manera eficiente, aprovechando los recursos disponibles para proteger sus ahorros y contribuir a su propio bienestar y al de la sociedad.
- Rafael Peña, fundador de Olea Gestión.