El uso de celulares en México crece impulsado por el poder adquisitivo y las marcas chinas
Durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, el porcentaje de la población mexicana con acceso a un teléfono celular aumentó de 73,5% a 81,4%, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Factores del crecimiento
Los expertos atribuyen este crecimiento a dos factores principales: el aumento del poder adquisitivo debido al incremento del salario mínimo y los programas sociales, y la mayor oferta de marcas chinas de celulares en el país, como Xiaomi, Oppo, Huawei y Honor.
Según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el poder adquisitivo del ingreso laboral real promedio per cápita en el segundo trimestre de 2024 fue de 3 mil 350,84 pesos, casi el doble del reportado en el cuarto trimestre de 2018, que era de mil 717,90 pesos.
Dominio del mercado por América Móvil
Este mercado ha sido captado principalmente por América Móvil, la empresa de Carlos Slim, que opera bajo la marca Telcel. De 2018 a junio de 2024, Telcel aumentó su participación de mercado de 71,9% a 74,14%, lo que ha ejercido presión sobre sus competidores.
Hace seis años, AT&T tenía una participación de mercado de 14,11% y Telefónica de 11,7%, mientras que actualmente sus porcentajes oscilan entre el 5% y el 6%, con más de 21 millones de líneas móviles.
Pendientes para la próxima administración
Uno de los pendientes para la próxima administración es el despliegue de la tecnología 5G, ya que actualmente solo 120 ciudades del país cuentan con esta conexión.
Cifras de The CIU apuntan que, en México, 13 millones de líneas móviles están asociadas a celulares con capacidad para utilizar la red 5G y cuentan con un plan comercial que habilita su aprovechamiento. Esto implica una adopción de 5G de 9,1% del total de líneas móviles en el país.
Otro punto pendiente es el alto costo del espectro radioeléctrico en México, que supera en 60% el precio de referencia internacional. Esto ha llevado a diferentes operadores a devolver los bloques de red adquiridos debido a su insostenibilidad, lo que limita aún más la capacidad de nuevos operadores para competir.