Cifras récord
En las últimas semanas, se han producido dos alijos de hachís de gran envergadura en Cataluña. El más llamativo tuvo lugar la madrugada del viernes en la zona del Maresme (Barcelona), donde la Vigilancia Aduanera interceptó una narcolancha que transportaba 8.400 kilos de hachís, una cifra récord en una sola operación.
Los agentes localizaron la embarcación abandonada y lograron recuperar 215 fardos de hachís. La otra narcolancha logró huir, pero antes de escapar arrojó su cargamento al mar. La Policía sigue investigando para dar con los autores del alijo abortado.
Preocupación creciente
Estos alijos se suman al registrado el pasado 26 de mayo en L’Ametlla de Mar (Tarragona), donde los Mossos d’Esquadra aprehendieron 4.000 kilos de hachís. El fenómeno del tráfico de hachís en Cataluña ha renacido con fuerza, según fuentes policiales.
La explicación más sencilla es que se debe a la presión policial en el sur de España. Sin embargo, otros expertos apuntan a que se trata de un aumento generalizado de este tipo de alijos, que acaba en Europa y que cada vez preocupa más.
Aumento de los desembarcos
Los Mossos d’Esquadra advirtieron del fenómeno a mediados de octubre pasado, y las cifras no hacen más que subir. La ruta catalana del hachís ha recuperado su importancia, y los desembarcos se han multiplicado en los últimos meses.
El patrullero Fulmar de Vigilancia Aduanera, que controla el tráfico de drogas en la zona de Levante, ha participado en varias de las operaciones de interceptación de alijos. Los agentes siguen trabajando para poner freno al tráfico de hachís en Cataluña, pero la tarea es complicada.