La creciente demanda global impulsa al Banco Mundial a duplicar el financiamiento para la agroindustria
El Banco Mundial (BM) ha anunciado sus intenciones de duplicar sus compromisos financieros para el sector agrícola, destinando hasta 9 mil millones de dólares anuales hasta 2030. Esta decisión se produce en respuesta a las proyecciones de un aumento del 50% al 60% en la demanda mundial de alimentos en las próximas décadas, según el presidente del Grupo del Banco Mundial, Ajay Banga.
El creciente consumo mundial enfatiza la necesidad de adoptar prácticas agrícolas climáticamente inteligentes, que no solo aumenten la productividad sino que también reduzcan las emisiones contaminantes. Banga destacó que aprovechar esta oportunidad requerirá un enfoque renovado para el desarrollo agroindustrial.
Vulnerabilidad y oportunidad en la agricultura
Según Banga, la agricultura es uno de los sectores más susceptibles a los impactos climáticos y, al mismo tiempo, contribuye significativamente a las emisiones globales. Sin embargo, a pesar de su importancia, recibe solo el 4% de la financiación climática internacional, lo que subraya la urgente necesidad de un mayor acceso a los recursos para mitigar los riesgos.
El presidente del Banco Mundial destacó la importancia de herramientas como las garantías de crédito, las facilidades de primera pérdida y los instrumentos de seguro. Estas soluciones financieras mitigan los riesgos de los préstamos agrícolas, haciéndolos más seguros y viables comercialmente, lo que permite que el capital privado fluya hacia este sector crucial.
Banga enfatizó que combinar estas herramientas con políticas públicas y reformas regulatorias puede fomentar un entorno favorable para la inversión privada en agricultura. La digitalización también representa una importante oportunidad para el sector agrícola.
Aprovechando la innovación tecnológica
Banga señaló que las nuevas tecnologías digitales conectan a los agricultores con compradores, servicios financieros y tecnologías innovadoras que mejoran la productividad. Además, estas herramientas crean una «huella digital» que ayuda a los agricultores a establecer historiales crediticios, lo que reduce significativamente los costos de los servicios financieros, en algunos casos hasta en un 90%.
Este enfoque integral, que combina innovación tecnológica, herramientas financieras y un ecosistema propicio, es esencial para abordar los desafíos planteados por la creciente demanda mundial de alimentos y las presiones climáticas sobre el sector agrícola.