Luego de las señales emitidas por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) al bajar la tasa de referencia en cinco oportunidades consecutivas, los bancos del país comienzan a alinear sus estrategias y a disminuir el costo de refinanciación de las tarjetas de crédito, una de las tasas más elevadas del sistema financiero.

Una medida en armonía con la postura del BCRA

Esta decisión está en consonancia con el objetivo del BCRA de reducir gradualmente la tasa de referencia, que desde la semana pasada se ha fijado en el 40% nominal.

Límites normativos para la refinanciación de tarjetas

Es importante mencionar que existen límites normativos para el costo de refinanciación de las tarjetas de crédito. El Banco Central establece un tope de 122% nominal anual para deudas inferiores a ese importe.

Para deudas mayores, el límite al costo de refinanciación se vincula con la tasa de las líneas personales de cada institución, que equivale a la tasa de préstamos personales del mes anterior multiplicada por 1,5.

Recomendaciones para evitar el sobreendeudamiento

En este contexto, los expertos recomiendan evitar pagar únicamente el mínimo del resumen de la tarjeta de crédito, ya que esto puede provocar un aumento significativo de la deuda.

El impacto en la inflación y la economía

La reducción de la tasa es una medida que el Banco Central aplica desde diciembre y tiene como objetivo controlar la inflación y el déficit cuasifiscal.

Según el economista Federico Glustein, esto fomenta la expectativa en el mercado de que el cepo cambiario continuará vigente por un tiempo más.

Además, Glustein señala que la dinámica entre el cepo y la tasa permite que se sigan reduciendo las tasas mientras las restricciones de acceso al dólar permanezcan vigentes. De continuar esta tendencia, la tasa podría llegar a un nivel del 25% o 30% anual.

Opiniones de expertos

El economista Christian Buteler sostiene que la reducción de la tasa es un intento del Banco Central por equipararla con la tasa del crawling peg y la inflación, lo que sería lógico en una economía sana.

Sin embargo, Buteler advierte que si el gobierno no logra su objetivo rápidamente, incluso con el cepo cambiario, le resultará difícil mantener esta estrategia.