CaixaBank podrá deducirse su aportación a la fundación en el impuesto a la banca

Continúan las negociaciones sobre las enmiendas para introducir la reforma fiscal que tiene que presentar el Gobierno ante Bruselas por los compromisos de los fondos europeos. En estos momentos el Gobierno negocia una enmienda que ha presentado Junts en el Congreso para que CaixaBank pueda deducirse en el impuesto a la banca sus aportaciones a la Fundación La Caixa, según apuntan diversas fuentes conocedoras que consideran que esta enmienda saldrá adelante. Se trata así de preservar los recursos que destina la entidad a la obra social.

Antecedentes

Esta era una de las quejas que la entidad utilizó para presionar a la formación nacionalista. Gonzalo Gortázar, consejero delegado del banco, señaló en la última presentación de resultados, el pasado 31 de octubre, que este era “un impuesto a la obra social” y lo definió como “el impuesto CaixaBank” porque esta es la mayor entidad en España y la que más paga. Defendió que se hacía tributar dos veces por lo mismo. Y afirmó que con el Estado como segundo mayor accionista, “sale del bolsillo público y entra en otro bolsillo público”. En esa rueda de prensa ya argumentó que desincentivaría el crédito y que sería lógico que se concediera una deducción para la obra social. Además, dijo que no tenía intención de retornar la sede a Cataluña. Y ello pese a que algunas fuentes apuntan que Junts ha presionado con este impuesto para que vuelva.

Detalles de la enmienda

La idea planteada es que se pueda deducir de la cuota íntegra del impuesto el 25% de las aportaciones y dividendos entregados a entidades dedicadas a objetos sociales y sin fines lucrativos. Pero no podrá ser cualquier institución benéfica: esta tendrá que estar participada de forma completa por el banco que se lo desgrave. Es decir: el caso de CaixaBank y la obra social de La Caixa.

Implicaciones políticas

Dado el papel esencial que juega Junts para que se apruebe el paquete fiscal que plantea el Gobierno, se espera que esta enmienda tenga luz verde. Aunque ERC ha planteado quejas por los réditos políticos que está obteniendo Junts y podría poner problemas. El Ministerio de Hacienda todavía tendrá que hacer grandes equilibrios para llevar a buen puerto este conjunto de medidas tributarias.

Impacto económico

CaixaBank ha pagado por este tributo unos 500 millones de euros sobre el ejercicio del 2023. Y aporta a la fundación unos 500 millones de euros al año. Así que se deducirían unos 125 millones de euros que dejaría de abonar a las arcas públicas. La enmienda irá en principio en la proposición de ley del impuesto mínimo global a las multinacionales, que se está tramitando en la actualidad en el Congreso y que todavía ha de pasar por la Comisión de Hacienda.

Otras medidas fiscales

El paquete de impuestos que negocia todavía el Gobierno en el Congreso ya estaba recogido en el plan fiscal enviado a Bruselas. En este se prometía una reforma fiscal por valor del 0,3% del PIB, unos 4.500 millones, en la que los impuestos a la banca y energéticas suponían una parte importante. Sin embargo, el de las energéticas se ha caído por no tener el apoyo del PNV y Junts. Aunque ahora Sumar, ERC y Bildu vuelven a reclamarlo. El paquete tributario incluye también subidas impositivas al diésel, el tabaco y el vapeo. Y un endurecimiento del impuesto de sociedades para limitar las pérdidas que se deducen las grandes empresas.