9.000 personas vuelven a protestar en las calles de Canarias contra el turismo masivo
Las manifestaciones se han celebrado en los principales puntos turísticos de las islas, con menor repercusión que las del 20 de abril.
Varias manifestaciones han recorrido este domingo las principales zonas turísticas de Canarias para protestar por los “excesos” del turismo, la masificación, la crisis del mercado de la vivienda y la que consideran inacción por parte del Gobierno canario.
Las protestas han convocado a unas 6.500 personas en Playa de Las Américas, en el sur de Tenerife, y a otras 1.500 en Maspalomas, en Las Palmas de Gran Canaria, según los datos de la Delegación del Gobierno en Canarias.
Las organizaciones ecologistas han vuelto a salir a la calle seis meses después de las masivas concentraciones del 20 de abril, cuando lograron atraer a casi 60.000 personas. Esta vez, los convocantes han optado por llevar la acción a los centros turísticos, donde miles de personas han marchado al ritmo de consignas como “esta playa es nuestra”, “el turismo está matando mi tierra”, “Canarias no se vende”, “¡Canarias no se vende; se ama y se defiende!”.
“Este modelo turístico no funciona”, aseguraron las portavoces del movimiento, Ana Rodríguez y Carla Pérez, durante la lectura del manifiesto en Tenerife. “Con más de 18 millones de visitantes al año, nuestra calidad de vida se deteriora a pasos agigantados”, afirmaron. “La ironía es cruel: mientras las grandes cadenas hoteleras se llenan los bolsillos, nuestra gente lucha por sobrevivir”.
Los organizadores han vuelto a poner sobre la mesa sus reclamaciones: la paralización inmediata y definitiva de “proyectos ilegales” como el Hotel de la Tejita, Cuna del Alma o El Circuito del Motor, los tres en el sur de Tenerife. Además, reclaman una “moratoria hotelera y vacacional real”, una “ley de vivienda contra la especulación”, una “ecotasa real”, que sea “destinada exclusivamente a la conservación de los Espacios Naturales Protegidos”; y que se renuncie a “más carreteras ni aparcamientos, ni trenes”, entre otras reclamaciones.
El miércoles, el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, había admitido que “hay cosas que no se están haciendo bien”. Se preguntó, sin embargo, “a qué se pide que cambiemos” en una tierra que “no puede vivir de algo que no sea” esta actividad. A su juicio, al turismo sí se le puede pedir que contribuya a mejorar las persistentes tasas de pobreza que se dan en Canarias, algo que, según ha dicho, ya hacen algunos.
En agosto, último dato disponible en el Instituto Canario de Estadística (Istac), llegaron a Canarias 1,4 millones de visitantes, el 8,94% más que un año antes. Los residentes en el extranjero (1,21 millones en total), crecieron un 10,38% en tasa interanual; los residentes en España aumentaron en un 2,2%. El Ejecutivo autonómico prevé que este año se bata el récord de visitantes fijado en 2023 en 16,2 millones de visitantes totales. Los presupuestos dejan a las islas cerca de 18 millones de personas.
A pesar de estos datos, según el último informe de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social, un tercio de los canarios está en riesgo de pobreza. Además, dos de cada tres tienen problemas para llegar a final de mes y uno de cada cinco se retrasa en el pago del alquiler o la hipoteca, cifras a la cabeza en Europa. Las islas cerraron el segundo trimestre del año con una tasa de paro del 13,86%, según la Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística.
Este dato es el más bajo desde diciembre de 2007, cuando se situaba en 10,89%. La tasa está dos puntos y medio por encima de la media española (11,27%) y es la cuarta más alta del país, tras las de Andalucía (16,27%), Extremadura (15,40%) y Castilla-La Mancha (13,92%).