Carlyle explora la venta de Codorníu tras casi siete años de presencia

El fondo estadounidense Carlyle está considerando vender su participación mayoritaria en Codorníu, la renombrada firma catalana de cavas y vinos. Fuentes financieras revelan que la empresa busca asesores para examinar una posible desinversión de su participación, que supera el 60%, así como otros movimientos estratégicos.

Un desempeño financiero destacado

Desde que Carlyle adquirió Codorníu en 2018, el grupo bodeguero ha experimentado un notable crecimiento. En su último ejercicio fiscal, la compañía registró una facturación récord de 232 millones de euros y un beneficio operativo de 39 millones de euros, un 15% más que el año anterior. Este desempeño ha llevado a Codorníu a fijar un objetivo de beneficio neto de 50 millones de euros.

El éxito de Codorníu se atribuye en parte a su enfoque en revalorizar el cava, buscando alcanzar la calidad del champán en lugar de competir por el volumen. Esta estrategia ha sido respaldada por el Consejo Regulador del Cava, que ha registrado una disminución en las ventas debido a la sequía y la escasez de uva.

Un ciclo que llega a su fin

La entrada de Carlyle en Codorníu puso fin a un tormentoso período de disputas familiares dentro de la empresa. El ejecutivo Sergio Fuster, ex directivo de Kellogg's, ha liderado la compañía durante los últimos seis años. Si bien inicialmente no se fijó un plazo para su mandato, Fuster ha reconocido que las circunstancias han cambiado.

“Aquí, lo mismo que en cada trabajo en el que he estado, planeo como si fuera a estar toda la vida. Después, las circunstancias cambian”, dijo Fuster en una entrevista con el periódico El País el año pasado.

Esta declaración sugiere que Carlyle podría estar preparando el terreno para una transición en el liderazgo de Codorníu.

La posible venta de Codorníu por parte de Carlyle marca el final de una era para la icónica bodega catalana. El fondo estadounidense ha contribuido significativamente al crecimiento y la rentabilidad de la empresa, y su salida podría abrir nuevas oportunidades para Codorníu.