Cataluña y España Avanzan Hacia una Gestión Fiscal Compartida

En un paso significativo hacia la descentralización fiscal, la Agencia Tributaria Catalana (ATC) está colaborando estrechamente con la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) en la gestión del impuesto de matriculación. Este acuerdo, alcanzado recientemente en la comisión mixta de Asuntos Económicos y Fiscales, representa un ensayo crucial para la futura gestión del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) por parte de la ATC, según lo previsto en un acuerdo con ERC para el año 2026.

Un Proyecto Piloto Estratégico

La colaboración en el impuesto de matriculación no se trata solo de cifras, aunque en 2024 este tributo generó una recaudación de 136 millones de euros. Más bien, se centra en perfeccionar los mecanismos y la infraestructura necesaria para una gestión fiscal compartida. Según Àngels Piñol (n.d.), de El País, este proyecto piloto permitirá a la agencia catalana familiarizarse con los aplicativos de la agencia estatal y operar en red, allanando el camino para asumir mayores responsabilidades en el futuro (El País, 2025).

Fases Clave del Acuerdo

El modelo de gestión compartida del impuesto de matriculación se implementará en cuatro fases, garantizando una transición fluida y eficiente:

  1. Designación y formación de los funcionarios de la Generalitat.
  2. Actuaciones preparatorias para la integración de sistemas.
  3. Desarrollo informático para la gestión en red.
  4. Implantación de la gestión compartida.

Jesús Gascón, secretario de Estado de Hacienda, enfatizó que este modelo busca mejorar la atención al ciudadano y fortalecer la lucha contra el fraude fiscal. «Los objetivos de este modelo son dar mejor atención al ciudadano y la lucha contra el fraude», afirmó Gascón, subrayando la importancia de este enfoque en la administración tributaria (El País, 2025).

Preparándose para el IRPF

Este acuerdo se suma a otras iniciativas de la Consejería de Economía de la Generalitat, como el aumento de su participación en la gestión de la campaña de la renta. Con la contratación de personal y la creación de nuevas plazas para inspectores y gestores, Cataluña se está preparando activamente para asumir la gestión del IRPF en 2026. Este esfuerzo se enmarca en el nuevo modelo de financiación que está siendo diseñado por un grupo de expertos.

Desafíos y Perspectivas Futuras

Si bien Gascón evitó confirmar si este sistema compartido podría ser una alternativa en caso de no cumplirse el calendario previsto, reafirmó la importancia de avanzar paso a paso y evaluar cuidadosamente cada etapa. «Tenemos que ir a paso a paso y medirlos con cuidado. El impuesto de matriculación y el de la renta están dentro del marco normativo», señaló Gascón, haciendo hincapié en la necesidad de respetar los tiempos para desplegar el modelo de financiación (El País, 2025).

Otros Acuerdos Bilaterales

La comisión también dio luz verde a varios acuerdos bilaterales, incluyendo una propuesta de financiación estatal para 25.000 mossos de aquí a 2030 y la creación de un consorcio para acelerar las inversiones del Estado en Cataluña. Además, el Gobierno se ha comprometido a transferir 25 millones de euros para cubrir la deuda pendiente con Renfe y 2,1 millones en aportación de becas.

Condonación de la Deuda y Reacciones Políticas

La condonación de 17.000 millones de euros del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) a Cataluña también fue un tema central en la comisión. Gascón defendió enérgicamente esta medida, argumentando que beneficiará a varias comunidades autónomas y les permitirá acceder a los mercados financieros en condiciones más favorables. Sin embargo, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, criticó la condonación, calificándola de «insensatez». En respuesta, la consejera de Economía, Alícia Romero, defendió la medida como una reducción justa de la deuda, recordando que gran parte de la deuda de la Generalitat se debe a la infrafinanciación durante los gobiernos del PP.

Implicaciones Económicas y Políticas

Este acuerdo entre la Agencia Tributaria Catalana y la Agencia Estatal de Administración Tributaria no solo tiene implicaciones fiscales, sino también políticas. Representa un avance en la búsqueda de un modelo de financiación más justo y equitativo para Cataluña, al tiempo que fortalece la colaboración entre las administraciones central y autonómica. La gestión compartida del impuesto de matriculación es un paso importante en este camino, allanando el terreno para una mayor autonomía fiscal y una mejor atención al ciudadano.