Chile enfrenta una encrucijada en la reforma de pensiones

En medio del incremento en la discusión pública sobre las reformas pendientes en Chile, el foco se ha centrado en la necesidad de modificar el sistema de pensiones, señalado como prioritario en las encuestas de opinión. El sistema actual enfrenta el desafío de ofrecer un financiamiento adecuado frente a situaciones imprevistas como las vividas en la reciente pandemia, donde se observó el retiro masivo de fondos previsionales para aliviar emergencias económicas.

¿Qué sucede con las pensiones en Chile?

La situación pandémica propició la extracción de más de 50 mil millones de dólares de los Fondos de Pensiones, una medida excepcional que buscaba mitigar los efectos económicos adversos en la población. Sin embargo, el seguro de cesantía y diversas ayudas estatales como el IFE y bonos para la clase media sumaron una cifra aproximada de 33.7 mil millones de dólares en transferencias directas, lo que plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de tales intervenciones y su impacto a largo plazo en las jubilaciones.

Reforma de pensiones: ¿Qué sigue?

La reforma, en su paso al Senado, adolece de profundidad al no incluir medidas coherentes con el propósito original del sistema previsional, como lo es el financiamiento permanente. A pesar de que se han introducido soluciones como la extracción de fondos para el pago de pensiones alimenticias, cuestiones como el congelamiento de la tasa de cotización y la edad de pensión demandan una revisión crítica.

¿Cómo asegurar un futuro sostenible?

En busca de seguridad a largo plazo, se propone una mayor conciencia sobre la importancia del ahorro y la capitalización. Es fundamental que los Fondos de Pensiones se utilicen exclusivamente para su fin último, que es financiar las pensiones de la ciudadanía. La realidad financiera exige un debate serio y soluciones viables a fin de evitar la precarización de las futuras jubilaciones chilenas.