La Ciudad endurece su postura frente al paro anunciado por los metrodelegados
En un contexto ya tenso por la reciente huelga de la CGT contra las políticas del gobierno de Javier Milei, el servicio de subtes y Premetro en la Ciudad de Buenos Aires se encuentra nuevamente en riesgo de paralización. La Asociación Gremial del Subte y Premetro (AGTSyP), conocida como metrodelegados, ha anunciado un paro de actividades programado para este viernes entre las 14:00 y las 15:00 horas. La medida ha generado una rápida y contundente respuesta por parte del Gobierno de la Ciudad, encabezado por Jorge Macri, quien advierte con presentar una denuncia penal si la protesta se lleva a cabo.

El motivo detrás del paro: contrataciones consideradas fraudulentas
Según la AGTSyP, la medida de fuerza se debe a «la presencia de personal contratado de forma fraudulenta». El gremio denuncia que, bajo la apariencia de personal de seguridad, estos empleados estarían realizando tareas equivalentes a las de Auxiliar de Estaciones y otros puestos contemplados en su convenio colectivo de trabajo. Esta situación, según los metrodelegados, representa un intento de «tercerización de los trabajos que corresponden a nuestro convenio colectivo», lo cual consideran inaceptable.
«Nuestra organización gremial denunció ante la Secretaría de Trabajo de la Ciudad los intentos de tercerización de los trabajos que corresponden a nuestro convenio colectivo», afirman desde la AGTSyP.

La respuesta de la Ciudad: posible denuncia penal y críticas a la medida
La reacción del Gobierno de la Ciudad no se hizo esperar. El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, calificó la medida como «inexplicable», argumentando que se está reforzando la seguridad en el subte para mejorar la experiencia de los pasajeros. «Inexplicable: reforzamos la seguridad en el subte para que los pasajeros viajen más seguros, y los metrodelegados responden con un paro que le jode la vida a miles de personas», expresó Macri, según informó ámbito.com. El mandatario fue claro al afirmar: «Si no dan marcha atrás, los vamos a denunciar penalmente».
Emova defiende la contratación de personal de seguridad
Por su parte, Emova, la empresa concesionaria del servicio de subtes, también repudió la medida de fuerza, argumentando que «perjudica a miles de usuarios de manera directa». La empresa justifica la presencia del personal de seguridad privada, señalando que «tiene un rol específico y temporario, y no reemplaza ni interfiere en las tareas que realiza el personal de Emova. Su función es brindar apoyo, colaborando de esta manera en el resguardo de quienes transitan y trabajan en el subte».
Según Emova, «La medida se realiza en protesta por la presencia de personal de empresas de seguridad privada que no están encuadradas en el convenio colectivo» (ámbito.com).
¿Qué implica esta situación para los usuarios?
De concretarse el paro, miles de usuarios del subte se verán afectados durante la franja horaria de 14:00 a 15:00 horas. La medida impactará en el desplazamiento de personas que utilizan este medio de transporte para dirigirse a sus trabajos, estudios o realizar otras actividades. La incertidumbre sobre la continuidad del conflicto genera preocupación entre los ciudadanos, quienes temen que la situación se prolongue y afecte aún más su rutina diaria.
La palabra de los metrodelegados
Conscientes del impacto que la medida puede generar en los usuarios, los metrodelegados pidieron «disculpas al público por los inconvenientes que les pudiéramos causar y los invitamos a acompañar el reclamo contra las contrataciones que violan las normas vigentes». Este llamado a la solidaridad busca sumar apoyo a su reclamo y presionar a las autoridades a tomar medidas que reviertan la situación que consideran irregular.
Posibles escenarios futuros
La situación se encuentra en un punto crítico. Si los metrodelegados mantienen su postura y llevan adelante el paro, el Gobierno de la Ciudad podría concretar la denuncia penal anunciada, lo que agudizaría aún más el conflicto. Por otro lado, si se logra un acuerdo entre las partes, se evitaría la paralización del servicio y se daría una señal de distensión en el marco de las relaciones laborales en el ámbito del transporte público.
Ante este panorama, los usuarios del subte permanecen expectantes, a la espera de una resolución que garantice la normal prestación del servicio y evite mayores inconvenientes en su vida cotidiana.