La reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos ha generado nuevas oportunidades y desafíos para la economía de Norteamérica. México, Estados Unidos y Canadá deben trabajar juntos para fortalecer las cadenas de suministro regionales, impulsar la innovación tecnológica y aprovechar el auge del nearshoring.
México, un imán para la inversión extranjera
México se perfila como un destino atractivo para la inversión extranjera gracias a su ubicación privilegiada, mano de obra calificada e infraestructura en desarrollo. Sin embargo, la incertidumbre generada por el regreso de Trump a la Casa Blanca podría afectar el flujo de inversiones.
Colaboración regional, clave para el éxito
La Asociación de Empresarios Mexicanos en Estados Unidos (AEM USA) destaca la importancia de la colaboración regional para impulsar el nearshoring y enfrentar desafíos comunes. El diálogo entre los sectores involucrados, tanto del sector público como privado, es esencial para abordar cuestiones como la corrupción, las importaciones chinas y el reetiquetado de productos.
La AEM USA ha asumido un papel proactivo en este esfuerzo, promoviendo el diálogo y garantizando que la voz de México sea escuchada en foros nacionales e internacionales.
Consejo Asesor para impulsar el nearshoring
Como ejemplo de colaboración público-privada, se ha creado el Consejo Asesor de Desarrollo Económico Regional y Relocalización de Empresas en México, liderado por Altagracia Gómez Sierra. Este organismo se enfocará en promover la inversión, fortalecer la infraestructura y fomentar la educación técnica, elementos cruciales para capitalizar el auge del nearshoring.
La percepción de inseguridad y la falta de certidumbre jurídica en México son obstáculos importantes para atraer inversiones. Es fundamental unir esfuerzos para trabajar en estrategias claras que beneficien al país e impulsen sectores estratégicos como el agro, la tecnología y la energía.
Adaptación a la competencia global
Norteamérica debe adaptarse a la competencia global y los aranceles y políticas proteccionistas pueden poner en riesgo industrias clave como la automotriz.