Constantín Dumitru, condenado por el robo de las botellas de vino de Atrio, inicia una batalla legal

Constantín Dumitru, el rumano-holandés de 48 años condenado a 4 años y medio de prisión por el robo de 45 botellas de vino valoradas en 1,6 millones de euros del restaurante Atrio de Cáceres, ha anunciado que emprenderá una batalla legal por considerar que se ha vulnerado su derecho a la defensa.

Los vídeos del robo no se vieron en el juicio

Dumitru sostiene que los vídeos de las cámaras de seguridad del hotel, que no se vieron en el juicio, demostrarían su inocencia. "Los vídeos debieron de verse en el juicio por la sencilla razón de que no demuestran que yo realicé robo alguno", ha insistido.

La Audiencia Provincial de Cáceres ha rechazado el recurso presentado por el nuevo abogado de Dumitru, Juan José Collado, que pretendía que se proyectaran los vídeos en el juicio. El tribunal argumentó que los vídeos se encontraban en el formato en el que se entregaron en su día y que todas las partes habían tenido acceso a ellos.

El sistema de seguridad del hotel, cuestionado

Dumitru también ha cuestionado el sistema de seguridad del hotel Atrio, que, según él, era "tan precario" que "ni tan siquiera mostraba la hora y el día de los registros de imagen".

El condenado ha asegurado que el hotel ha cambiado recientemente todo el sistema de cámaras y ha añadido que "lo que se ha contado y lo que se contó y sentenció en el juicio no es lo que pasó ahí, hay mucha más historia detrás".

La defensa, liderada por Sylvia Córdoba, trató de convencer al tribunal de que se trataba de un "simple hurto"

La defensa de Dumitru, liderada hasta ahora por la abogada Sylvia Córdoba, trató de convencer al tribunal de que, si la pareja hubiese sido la autora del robo (ya que las pruebas de ADN han acreditado que estuvieron los dos hospedados allí esa noche y las cámaras les grabaron por los pasillos y saliendo del hotel), podría tratarse de "un simple hurto", ya que no se pudo demostrar que forzasen ninguna puerta.

Por la sala de vistas de la Audiencia Provincial de Cáceres desfilaron durante tres jornadas, entre el 27 de febrero y el 1 de marzo de 2023, cerca de una veintena de testigos, entre trabajadores del establecimiento, policías, peritos y uno de los propietarios, el sumiller José Polo, que aseguró no reconocer "al cien por cien" a los acusados.

La pareja se negó a declarar hasta que en el derecho a la última palabra Dumitru se acercó al micrófono y dijo: "Eso me pregunto yo: ¿dónde están las botellas de vino si yo soy el ladrón?".