Los trabajadores con convenios firmados este año ganan casi un punto de poder adquisitivo
La senda descendente que están experimentando los precios empieza a trasladarse a los salarios como ganancias de poder adquisitivo.
Quienes más deberían estar notando esta mejoría del poder de compra son aquellos trabajadores con convenios colectivos que han sido firmados este mismo año. Se trata, según las estadísticas del Ministerio de Trabajo conocidas este jueves, de 1,3 millones de trabajadores que han negociado en 2024 sus condiciones laborales, entre ellas, un incremento salarial medio del 3,9%, lo que supone casi un punto más que el IPC promedio de los últimos doce meses (3%).
Estos trabajadores, sin embargo, son minoría.
El resto —8,3 millones, hasta sumar un total de 9,6 millones de empleados que tenían hasta septiembre un convenio colectivo de referencia— han experimentado un incremento salarial del 2,9%. Este aumento es inferior al de los convenios pactados este año porque lo negociaron y firmaron en ejercicios anteriores, con unas condiciones económicas algo peores, para que se aplicara en 2024. La mayoría de empleados, por tanto, pierden una décima de poder adquisitivo.
En general, sumando los trabajadores que han firmado su convenio este año y los que lo acordaron en años previos, el incremento salarial pactado hasta septiembre es del 3,04%, un porcentaje muy similar al de agosto.
Eso supone apenas cuatro centésimas de ganancia de poder adquisitivo de media para todos ellos. Este cálculo sale de comparar el alza retributiva media pactada en los convenios con el IPC promedio de los últimos doce meses, que es según los expertos la forma más correcta de hallar la ganancia o pérdida de poder de compra este año, y no solo comparando con la inflación del último mes (en este caso el 1,5% de septiembre). El motivo es que el gasto y el consumo se producen en todos los meses, no solamente en uno.
El comportamiento de los sueldos es coherente con lo pactado por las cúpulas de los sindicatos CC OO y UGT con las patronales CEOE-Cepyme en el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) para el periodo 2023-2025.
Este aconsejaba a los negociadores de los convenios que aplicaran una subida salarial del 3% para 2024. A esto se podría sumar hasta un 1% más adicional en el caso de que el IPC interanual del próximo mes de diciembre sea superior al 3%. No obstante, el AENC recomienda que esta compensación del desvío de la inflación se abone con efectos a 1 de enero de 2025, sin efectos retroactivos en este ejercicio.
De hecho, para elevar los salarios ese 1% vinculado al aumento de la inflación, un tercio de los trabajadores con convenio colectivo tiene pactadas las denominadas cláusulas de garantía o revisión salarial.
En concreto, casi 3,2 millones de asalariados tienen esas cláusulas y, de ellos, 2,2 millones cuentan con la modalidad diseñada en el AENC. Es decir, que no son retroactivas, frente al millón restante que sí disfrutaría de una compensación completa, con efectos desde el 1 de enero de 2024.
Sectorialmente, los colectivos más numerosos y con mayores incrementos retributivos en sus convenios son el millón y medio de trabajadores del comercio, con un alza pactada del 3,33%.
Le siguen los 700.000 empleados en actividades administrativas y empresas de servicios auxiliares, con aumentos medios del 3,36%; y casi 200.000 empleados de finanzas y seguros, con una subida del 3,6%. El sector de la educación es, hasta septiembre, el que ha acordado un mayor incremento, casi del 4%. Pero solo afecta a 106.000 trabajadores, de momento.
La estadística de Trabajo incluye también las jornadas pactadas en los convenios, si bien distintas fuentes del sector apuntan que se trata de una medición algo desfasada.
Dicho esto, las cifras disponibles indican que el grueso de los trabajadores afectados por la negociación colectiva tienen jornadas pactadas de entre 38,5 a 39,5 horas semanales. Otro grupo formado por 2,63 millones de empleados cuenta con jornadas de trabajo de entre 37,5 a 38,5 horas semanales. Y, en los extremos, un millón trabaja, según su convenio, menos de 37,5 horas a la semana, mientras 1,8 millones realizan entre 39,5 y 40 horas semanales.