Correos prevé salir de las pérdidas e iniciar el camino hacia la rentabilidad en 2024
La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ha aprobado este miércoles el Plan Estratégico 2024-2028 de Correos, que prevé inversiones de entre 3.000 y 4.000 millones de euros durante los próximos cinco años.
Objetivo: alcanzar una rentabilidad del 6% en 2028
El objetivo del plan es revertir las pérdidas y alcanzar una rentabilidad del 6% en 2028. Para ello, Correos transformará su modelo de negocio, dependiendo menos de los ingresos procedentes de los servicios postales tradicionales y más de la paquetería y la diversificación en nuevas líneas de negocio.
Diversificación de ingresos
En concreto, la contribución de la paquetería al ingreso total se elevará en 11 puntos porcentuales hasta alcanzar un 35%, frente al 24% actual, y la diversificación pasará del 10% al 16%, mientras que el negocio postal se reducirá del 66% al 49% en 2028.
Inversión en mejoras
Los principales rubros en los que se invertirán los fondos son el Plan de Eficiencia Operativa para automatizar y optimizar los actuales procesos, incrementar la productividad, mejorar la calidad y reducir el uso de recursos, así como en actuaciones para mantener, ampliar y escalar la capacidad productiva de la empresa.
Ampliación de la flota y nuevas tecnologías
En ese sentido, se plantea la adquisición de nuevas naves destinadas a operativa y logística, la renovación de la flota de vehículos satisfaciendo las necesidades operativas y de movilidad sostenible, y la compra de equipamientos automatizados y de robótica.
Digitalización y nuevos servicios
Para la generación de ingresos, Correos plantea reforzar el sector postal tradicional, dar un impulso a la paquetería y aumentar y diversificar los ingresos mediante nuevas actividades como servicios financieros, trámites administrativos, comercialización de seguros, o servicios logísticos más complejos y sofisticados.
Servicios esenciales no reconocidos
Sobre la situación actual, la compañía argumenta que ya realiza servicios esenciales a la ciudadanía por los cuales no recibe una contraprestación, como sí pasa en otros países como Francia o Italia.