Crayola, la reconocida marca de lápices de colores, ha iniciado su temporada más agitada del año con la producción de 13 millones de lápices diarios para preparar a los niños para el regreso a clases. El periodo previo al Día del Trabajo (2 de septiembre) representa un 8% más de producción que el resto del año para la empresa.

La Super Bowl de Crayola

Según Pete Ruggiero, director general de Crayola, este periodo es crucial para la empresa, al que se refiere como su "Super Bowl". Casi la mitad de las ventas anuales de Crayola se realizan durante estas nueve semanas, principalmente a través de grandes minoristas como Amazon.com, Target y Walmart.

Un recorrido por la historia de Crayola

Crayola, fundada en Nueva York en 1885 como Binney & Smith, comenzó vendiendo pigmentos para pinturas y neumáticos. Ante la escasez de materiales para colorear asequibles para los niños, los cofundadores Edwin Binney y C. Harold Smith experimentaron con la fabricación de tizas y ceras de colores.

En 1903, lanzaron los lápices de colores bajo el nombre "Crayola", creado por la esposa de Binney, Alice, que era maestra. Los paquetes de ocho unidades tuvieron un éxito inmediato entre las escuelas y los niños.

La fábrica de Crayola: un mundo de colores

La fábrica insignia de Crayola en Easton, Pensilvania, no es una instalación industrial típica. Los equipos metálicos están cubiertos de pigmentos brillantes, y el ambiente está impregnado del aroma característico de la cera de los lápices de colores.

El secreto de la receta

Los lápices de colores de Crayola son una mezcla de parafina y pigmento, cuya receta exacta se mantiene en secreto. Solo se modifica cuando escasean las materias primas.

Jim Philhower: el maestro del empaquetado

Jim Philhower, responsable del proceso de empaquetado, supervisa la producción de 350.000 cajas de 24 unidades al día. "La gente no se da cuenta del trabajo que implica llevar estos productos a las tiendas", afirma Philhower.

Más allá de los lápices de colores

Además de lápices de colores, Crayola fabrica rotuladores, Model Magic y Silly Putty en sus otras instalaciones.

Crayola, con sus productos icónicos y su compromiso con la creatividad, sigue siendo una parte esencial de la experiencia educativa y artística de los niños.