Falsifican certificados sanitarios de jamones para aumentar sus beneficios económicos
La Policía Nacional ha desmantelado una trama dedicada a falsificar certificados sanitarios de jamones para aumentar sus beneficios económicos. La investigación se inició a raíz de una denuncia anónima que alertaba de irregularidades en una empresa cárnica con instalaciones en Leganés (Madrid) y Seseña (Toledo).
Modus operandi
La empresa investigada estampaba un falso certificado sanitario en los jamones, con un código único que identifica al matadero del que sale cada pieza. Este código había sido robado a un matadero de Aranjuez, que cuenta con un certificado IFS, el más exigente en términos de seguridad alimentaria y aceptado en los mercados de todo el mundo. Gracias a este código, la empresa podía vender sus jamones como si procedieran de un matadero con mayor prestigio y, por tanto, a un precio más elevado.
Detenciones y registros
La operación policial culminó con la detención de seis personas, entre ellas el veterinario, un encargado, una trabajadora del control de calidad, otro empleado de la gerencia y los dos dueños de la empresa familiar. También se llevaron a cabo registros en las instalaciones de la empresa, donde se hallaron varias toneladas de jamones en mal estado.
Trazabilidad y salud pública
La falsificación de certificados sanitarios dificulta la trazabilidad de los productos, lo que supone un grave riesgo para la salud pública. En caso de intoxicación alimentaria, sería imposible conocer el origen de los jamones y, por tanto, muy complicado frenar el problema. Además, este fraude podría haber dañado la reputación de la marca España, ya que los jamones falsos se vendían a gran parte de España y del extranjero.
Medidas contra el fraude alimentario
La Policía Nacional y la Guardia Civil actúan periódicamente contra empresarios que intentan colar productos fraudulentos en el mercado. En los últimos meses, se han llevado a cabo varias operaciones contra empresas que vendían jamones ibéricos falsos o modificaban las piezas con soplete, aceite de semillas y carbón natural para hacerlas pasar por pata negra.
Responsabilidad de las empresas
Las asociaciones del sector cárnico aseguran que se trata de casos aislados y que los sistemas de control funcionan. Sin embargo, instan a las empresas a cumplir con las reglas establecidas para garantizar la calidad y seguridad de los productos alimentarios.