Desheredar a un hijo no es fácil

En España, desheredar a un hijo no es algo fácil de conseguir, pero tampoco es imposible. Para lograrlo, es necesario que se den una serie de circunstancias extraordinarias que justifiquen la exclusión del heredero forzoso de la línea sucesoria.

¿Qué parte de la herencia está protegida?

Consecuencias de la omisión

Las consecuencias de la omisión de un heredero forzoso en el testamento pueden variar en función de si la omisión es deliberada o no, así como del número de legitimarios que constan en el testamento.

Si existe una clara voluntad por parte del testador de no legar nada al conjunto de sus herederos forzosos, siendo plenamente conocedor de su existencia y no cumpliéndose con las causas para desheredar que marca la ley, el testamento podría declararse nulo.

En cambio, si sólo se ha dejado fuera a alguno de los legitimarios, dicho heredero tendría derecho a reclamar ante los tribunales su legítima, impugnando el testamento para restituir sus derechos hereditarios. El plazo para reclamar sería de cuatro años, aunque siempre respetando el tercio de libre disposición.

¿Qué ocurre si la preterición se hace de manera inconsciente?

En caso de que el testador omita a alguno de sus herederos forzosos por error o desconocimiento, las consecuencias dependerán de si la omisión afecta a todos los herederos forzosos o sólo a alguno de ellos.

Si la omisión por error afecta a todos los herederos forzosos, el testamento no tendría validez, ya que se asume que el testador desconocía la existencia de los mismos.

En caso de que sólo quede fuera uno de los legitimarios, o bien se anula la institución de herederos, o si el resto está de acuerdo, se realiza una declaración de herederos abintestato, es decir, sin necesidad de testamento.