La Policía Nacional ha asestado un duro golpe a la "macroestafa piramidal" de Herrero Brigantina, la correduría de seguros y firma de inversión de Ponferrada acusada de estafar hasta 100 millones de euros, según ha venido informando EL ESPAÑOL-Invertia.

Nueve detenidos y numerosos bienes embargados

La Policía Nacional ha informado este martes que ha desmantelado la red en una operación que se ha saldado con nueve arrestos de personas implicadas en la trama (ocho en Ponferrada y una en Madrid), así como el embargo de inmuebles y el bloqueo de cuentas bancarias y productos financieros.

El caso se encuentra desde hace meses en investigación en la Audiencia Nacional después de que los afectados por la estafa en toda España hayan interpuesto una avalancha de demandas contra la entidad presidida por Juan González Herrero.

El fundador de Herrero Brigantina, en busca y captura

El fundador del conglomerado Herrero Brigantina huyó a Colombia el pasado verano tras haber movilizado más de 27 millones de euros procedentes de sus clientes y llevándose consigo más de una veintena de coches de alta gama en concepto de renting que ahora también le reclaman las concesionarias, como adelantó este periódico.

La correduría de seguros está siendo, además, investigada por la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP), dependiente del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa.

Entre 40 y 70 millones de euros defraudados

La Policía Nacional cifra la cantidad defraudada entre los 40 y los 70 millones de euros, aunque las demandas hablan de hasta 100 millones, en una estafa que afecta a "multitud de ahorradores a nivel nacional".

Según ha informado en un comunicado, los investigados se valían de un entramado societario complejo compuesto por 21 sociedades constituidas en España, Estados Unidos y Reino Unido y una red de oficinas distribuidas en 27 provincias del país para ofertar sus productos.

Una trama bien organizada

"Además de contar con un departamento comercial cuidadosamente seleccionado (entre gente de la banca y de los seguros), llevaba a cabo campañas de marketing enfocadas a crear una imagen de empresa de reconocido éxito para ganarse la confianza de los inversores, llegando a ser premiado por diferentes organismos a nivel nacional", apunta la Policía.

De hecho, el fundador de Herrero Brigantina concedió durante meses numerosas entrevistas a medios de comunicación, entre ellos EL ESPAÑOL-Invertia. "Economía ya nos preautorizó la salida a bolsa y BME nos anima a dar el salto", decía apenas hace algo más de un año.

Un esquema Ponzi que ha acabado con los ahorros de muchos

La operación, que ha sido desarrollada en diferentes fases, ha finalizado con el arresto de nueve personas, la práctica de siete registros, el embargo preventivo de nueve inmuebles, así como el bloqueo de productos de inversión y cuentas bancarias por un importe de más de 2,5 millones de euros.

Las pesquisas se iniciaron a raíz de la denuncia de una conocida aseguradora por el uso indebido de su marca por parte de un grupo financiero. Posteriormente, cientos de particulares comenzaron a interponer denuncias, tanto en dependencias policiales como en juzgados de toda España, al no poder recuperar su inversión.

Las víctimas habían invertido diferentes cantidades de dinero, que van desde los 5.000 euros hasta los 2 millones de euros, en productos ofrecidos por diversas sociedades de dicho grupo.

La macroestafa se realizaba utilizando un esquema Ponzi en el que los nuevos inversores pagaban las rentabilidades de los inversores anteriores. Las pesquisas practicadas han permitido detectar movimientos en las cuentas, que apuntan a una inversión residual con la que sería inviable devolver el dinero entregado por los inversores, y mucho menos pagarles el beneficio prometido.

Al ser una estafa tipo Ponzi, los primeros inversores han conseguido recuperar su dinero más intereses, pero el resto ha perdido sus ahorros o la mayor parte de los mismos.

El grupo desarticulado, a través de diferentes sociedades, ofrecía productos financieros con una rentabilidad atractiva a medio o largo plazo, haciendo creer a los inversores que dichos productos se encontraban bajo el respaldo de entidades aseguradoras de primer nivel.