La desregulación y su impacto en la protección del consumidor: Un análisis comparativo entre EE.UU. y España

En un mundo cada vez más globalizado, la desregulación se está convirtiendo en una tendencia que genera debate y preocupación. Tanto en Estados Unidos como en España, la eliminación o el debilitamiento de los organismos supervisores del mercado está dejando a los consumidores más vulnerables, especialmente frente a prácticas financieras engañosas. Este artículo explora las implicaciones de esta desregulación y su impacto en la protección social en ambos países.

El caso de la CFPB en Estados Unidos

En Estados Unidos, la administración Trump ha impulsado una agenda de desregulación, argumentando que impulsa el crecimiento económico. Sin embargo, críticos como la senadora Elizabeth Warren, demócrata por Massachusetts, sostienen que estas medidas están desmantelando protecciones cruciales para los consumidores. Un ejemplo paradigmático es el intento de cerrar la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB), creada tras la crisis financiera de 2008 para garantizar un trato justo a los clientes financieros. Según Andreu Missé (2025), en un artículo publicado en El País, esta agencia ha recuperado más de 21.000 millones de dólares para estadounidenses víctimas de estafas financieras.

Warren, citada por Missé (2025), ha calificado el intento de cierre de la CFPB como una «pelea entre millones de personas trabajadoras, que simplemente no quieren ser engañadas, y un puñado de multimillonarios como Elon Musk, que quieren la oportunidad de engañarlos». Su firme oposición refleja la preocupación de que la desregulación financiera abra la puerta a abusos y fraudes.

La situación en España: Una Autoridad de Defensa del Cliente Financiero estancada

La situación en España presenta similitudes preocupantes. Aunque el Gobierno español anunció en marzo de 2022 la creación de la Autoridad de Defensa del Cliente Financiero, el proyecto sigue estancado en el Congreso de los Diputados. Mientras tanto, los ciudadanos se ven obligados a recurrir a los tribunales, que están desbordados por la gran cantidad de reclamaciones. Missé (2025) señala que en el juzgado especial 101 bis de Madrid, dedicado a asuntos relacionados con las hipotecas, se están tramitando casos presentados hace más de cinco años.

La lentitud de la justicia y la falta de un organismo específico para la defensa del consumidor financiero dejan a los ciudadanos en una situación de vulnerabilidad. El juzgado especial 104 bis, también en Madrid y dedicado a productos financieros, ha solicitado al Ministerio de Asuntos Sociales y Consumo y al Banco de España que sancionen a los bancos que obligan a los consumidores a acudir a los tribunales, a pesar de que las sentencias suelen ser favorables a los clientes. De hecho, según Missé (2025), un 95% de las 3.400 sentencias dictadas sobre préstamos y tarjetas revolving han favorecido a los consumidores.

El engaño financiero: Una forma sofisticada de explotación

Tanto en Estados Unidos como en España, el engaño financiero se está convirtiendo en una forma cada vez más sofisticada de explotación. La falta de regulación y supervisión facilita estas prácticas, permitiendo que empresas y entidades financieras se aprovechen de la falta de información y conocimiento de los consumidores. La senadora Warren, citada por Missé (2025), lo resume de forma contundente: «Nosotros, el pueblo, no Elon Musk, tenemos el poder real en este país, y vamos usar el poder. Lucharemos en el Congreso, en los tribunales, en todo el país y les prometo que ganaremos».

¿Qué podemos hacer?

Ante esta situación, es fundamental que los ciudadanos se informen y tomen medidas para protegerse de posibles fraudes financieros. Algunas recomendaciones incluyen:

  1. Investigar a fondo cualquier producto o servicio financiero antes de contratarlo.
  2. Leer detenidamente la letra pequeña de los contratos.
  3. No dejarse presionar por ofertas que parezcan demasiado buenas para ser verdad.
  4. Denunciar cualquier práctica sospechosa ante las autoridades competentes.

Además, es crucial exigir a los gobiernos y a los legisladores que fortalezcan la regulación y la supervisión del sector financiero para proteger a los consumidores de posibles abusos.

Referencia:

Missé, A. (2025, 3 de marzo). Desregulación es desprotección social. El País. Recuperado de https://elpais.com/economia/2025-03-03/desregulacion-es-desproteccion-social.html